Minsk. Dos grupos de migrantes rompieron las barricadas de Bielorrusia a Polonia durante la noche del martes al tiempo que la crisis escalaba hacia nuevas dimensiones, ahora militarizadas. Se reportaron hechos de violencia y disparos en el terreno, y bombarderos rusos fueron desplegados para poder disparar desde el aire.
GALERÍA: Escalan violencia y abusos contra migrantes en Bielorrusia-Polonia.
Polonia afirmó que los migrantes fueron rápidamente identificados y arrestados cerca de la aldea de Bialowieza, antes de ser devueltos a la frontera con Bielorrusia. Un portavoz de los servicios fronterizos polacos afirmó que muchos de ellos portaban herramientas para cortar bardas de metal.
Ambos bandos se acusaron mutuamente de tratar de manera inhumana a unos 4 mil inmigrantes que tratan de cruzar la frontera hacia la Unión Europea (UE). La creciente hostilidad llegó al grado de que Polonia advirtió que esta crisis migratoria puede terminar en una confrontación militar, mientras que la situación ha causado alarma en toda la UE.
Líderes europeos dicen que la crisis ha sido manufacturada por el líder autoritario bielorruso, Alexander Lukashenko, y están listos a imponer nuevas sanciones contra Minsk siguiendo a las que se adoptaron previamente ante abusos a los derechos humanos. Lukashenko hizo la aseveración, improbable, de que no tiene las herramientas para intervenir.
Desde la mañana de ayer, las autoridades polacas difundieron un video mostrando lo que afirman es una prueba de la violencia ejercida por Bielorrusia. En las imágenes podía verse a oficiales golpeando a migrantes, antes de hacer disparos de advertencia, entre gritos y alaridos.
En respuesta, las autoridades bielorrusas difundieron su propio video en que se mostraba a cuatro migrantes kurdos quienes supuestamente habrían golpeado a guardias polacos cuando intentaron cruzar la frontera.
Los periodistas y activistas tienen, por ahora, prohibido el acceso a ambos lados de la frontera, por lo que es difícil verificar los detalles de la desesperada situación humanitaria. The Independent tiene conocimiento de que cientos de ellos están atrapados en una “tierra de nadie” de facto, en campamentos temporales localizados entre las líneas de los guardias fronterizos bielorrusos y la frontera terrestre física. Los migrantes quieren entrar a Polonia y dirigirse a Alemania y otros países de Europa Occidental.
De acuerdo con las leyes internacionales de migración, todos ellos tienen el derecho de hacer sus solicitudes de asilo en la frontera con Polonia. La situación, sin embargo, no tienen precedentes, y Polonia ha rechazado esas solicitudes, y mandando de regreso a la gente. La próxima llegada del invierno con temperaturas bajo cero parece haber hecho que los migrantes decidieran tomar la problemática en sus manos. Gazhar Askerov, un líder comunitario kurdo en Rusia, ha estado en contacto con cientos de ellos.
Afirma que la gran mayoría de ellos escapan de las ruinas de la guerra civil y del Isis, pero pocos estaban preparados para la situación en la que se encuentran: acampando a la intemperie, sin ropa abrigadora y sin alimentos para sobrevivir. “No logro atender el volumen de llamadas que recibo. Estas personas son rehenes de la política”, afirmó el líder kurdo.
Askerov, quien estuvo en Bielorrusia hace dos semanas, dijo que el paso bielorruso hacia Europa se popularizó debido a las aplicaciones de redes sociales como Whatsapp y Telegram. Pocos de los que se quedaron en sus países entienden los detalles.
El comienzo de la travesía es bastante simple: los migrantes vuelan a Minsk y de ahí se transportan en auto hacia la frontera con Polonia. Caminan los últimos pocos kilómetros hasta llegar a la línea donde esperan que los guardias bielorrusos les permitan el paso. Los problemas empiezan cuando estos oficiales no les permiten regresar después de su infructuoso intento de cruzar la frontera.
“Estas pobres personas quedan atrapadas entre dos fuegos”, indicó Askerov. “Los hombres que son físicamente capaces de permanecer a la intemperie se quedan ahí durante días. Los demás tienen que encontrar la manera de regresar”.
Askerov dijo a The Independent que se encontró con un grupo de migrantes en Minsk, quienes fueron obligados a evadir a las filas del ejército bielorruso arrastrándose por casi 300 metros y luego caminando durante 17 horas. “En el grupo había niñas de cinco años y hombres de 65 años. Todos ellos terminaron con las piernas hinchadas y con muchas lesiones”.
La noche del martes, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki afirmó, sin ofrecer pruebas específicas, que el presidente ruso,Vladimir Putin, estaba detrás de la emergencia migratoria. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov respondió que dichas acusaciones eran “inaceptables”.
Ayer, la canciller alemana Angela Merkel llamó a Moscú a ejercer su influencia en la crisis bielorrusa. Rusia envió dos bombarderos estratégicos para efectuar vuelos sobre Bielorrusia, reportó la agencia RIA. Los bombarderos Tupolev Tu-22 patrullaban el espacio aéreo y realizaban pruebas de funcionamiento del sistema conjunto de defensa que comparten Rusia y Bielorrusia.
Se informó que ministros de los países europeos se reunirían ayer para determinar su postura colectiva. El ministro alemán del Exterior, Heiko Maas, dijo que exigiría sanciones adicionales. “Lukashenko continúa impulsando una peligrosa escalada en espiral de la cual no encontrará salida”, indicó Maas en una declaración. “Impondremos sanciones a todos los que participen en este contrabando de migrantes dirigido. Lukashenko tiene que entender que sus cálculos no están funcionando”, añadió.
La escalada ocurre después de meses de constantes tensiones, con cada vez más y más migrantes dirigiéndose a Bielorrusia y a su frontera con la Unión Europea desde mayo pasado. Reportes locales sugieren que Minsk ha facilitado esto al proveer visas bielorrusas a los migrantes y ayudando a transportarlos a la frontera. Polonia, Lituania y Letonia dicen que las autoridades bielorrusas han hecho de “chaperón” de decenas de migrantes que han cruzado pasos fronterizos ilegales en la frontera a diario.
Se dice que Bielorrusia busca vengarse de Europa por diversas sanciones que el bloque le impuso tras la disputada victoria electoral de Lukashenko en 2020 que derivó en una violenta represión de protestas y el arresto de un periodista disidente a bordo de un vuelo de Ryanar que fue obligado a aterrizar en Minsk en mayo pasado.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca