Damasco. El ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Abdallah ben Zayed Nahyan, se reunió ayer con el presidente sirio, Bashar al Assad, en Damasco, por primera vez desde 2011, en un ejemplo de los crecientes esfuerzos regionales para reducir el aislamiento del gobierno sirio y contrarrestar la influencia iraní en este país.
El encuentro fue rechazado por Estados Unidos. “Esta administración no expresará ningún apoyo a los esfuerzos por normalizar la situación o restaurar a Al Assad, quien es un dictador brutal”, declaró el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, sin referirse a éste como presidente.
Añadió: “estamos preocupados por los informes de esta reunión y la señal que envía”.
La administración del presidente Joe Biden ha dicho que se centra en la ayuda humanitaria.
Emiratos, al igual que los otros cinco miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, rompió relaciones diplomáticas con Siria en febrero de 2012 por la represión a las manifestaciones en el país, que terminaron en una guerra compleja y devastadora que asola a la nación desde hace más de 10 años.
Assad y el ministro emiratí conversaron sobre “las relaciones entre los dos países hermanos y la manera de desarrollarlas en todos los ámbitos”, informó la agencia de prensa siria Sana.
El mandatario sirio elogió “las posiciones objetivas y correctas de Emiratos, que siempre se mantuvo del lado de nuestro pueblo”, de acuerdo con fuentes citadas por Sana.
Aunque Emiratos reabrió en diciembre de 2018 su embajada en Damasco, las relaciones bilaterales siguieron siendo tensas.
Esta visita forma parte de los recientes esfuerzos regionales para paliar el aislamiento de Assad. El mes pasado, el príncipe heredero emiratí, Mohamed ben Zayed, habló por teléfono con el presidente sirio.