Guadalajara, Jal., La propuesta técnica que presentará el presidente Andrés Manuel López Obrador a los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo en su visita de hoy en jalisco echa por tierra no sólo el proyecto del gobernador Enrique Alfaro de aumentar la altura de la presa El Zapotillo sin importar la inundación de los tres poblados; también elimina el proyecto de construir una presa derivadora conocida como El Purgatorio, la cual costaría unos 10 mil millones de pesos, porque ahora se aprovechará la infraestructura existente.
Alfaro reveló que su gobierno coincide con la propuesta federal que se planteará a los pobladores de las comunidades y que incluye un nuevo esquema de abasto desde la presa El Zapotillo que elimina la necesidad de construir la presa derivadora, que incluiría un costoso sistema de bombeo.
Dicho esquema utilizará el río y la presa Calderón, hacia donde se tendrían que construir las obras en lugar de dirigirlas al proyecto de El Purgatorio, lo que reduciría los costos a 5 mil millones de pesos.
La solución técnica que presentará López Obrador en la plaza de Temacapulín, en la región de los Altos de Jalisco, y que se anticipa será firmada por los pobladores que durante 16 años han resistido el desalojo, contradice el discurso de Alfaro y de los alcaldes de la zona metropolitana de Guadalajara, surgidos del partido Movimiento Ciudadano, respecto a que “sin Purgatorio no hay Zapotillo”.
La ruta del agua que se acumule en la presa El Zapotillo sería simple: hacer obras para conectar el flujo de agua al sistema del río Calderón, que incluye las presas El Salto y Calderón, sistema del cual se abastece buena parte del norte del área conurbada.
Alfaro promovió desde su llegada al gobierno, en 2018, que la cortina de El Zapotillo se elevara a 105 metros de altura para abastecer las ciudades de León, Guadalajara y municipios de Los Altos con un acueducto, mediante un esquema privatizador. Esto habría implicado inundar Temacapulín, Acasico y Palmarejo, poblados que en campaña prometió defender.
Después firmó un acuerdo con el gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, para que la presa quedara en 80 metros de altura, pero con un acueducto que llevara agua a León. Esa solución implicaba el peligro de inundar Temacapulín.
En la víspera de la firma del acuerdo, en un vídeo en redes, Alfaro expresó: “Después de un largo y complejo proceso de discusión técnica hemos llegado a un consenso con el gobierno de la República que nos permitirá resolver el problema de abasto de agua para nuestra ciudad para los próximos 12 años. Ahora sí, no hay pretextos de nadie para sacar este proyecto adelante”.