Ciudad de México. Daniela confía en que el juez de control vincule a proceso a su ex novio, por el delito de violencia familiar equiparada, cometido en su agravio en 2015, “porque han sido seis años de miedo, de angustia y sufrimiento, y lo único que quiero es justicia, no busco dinero, porque con éste no voy a resarcir todo el daño que me ha ocasionado”.
Durante una manifestación realizada afuera de las salas orales del Tribunal Superior de Justicia, ubicadas en la calle de Doctor Lavista, explicó que la audiencia ha sido diferida cuatro veces, por distintos motivos y “esperemos que esta vez no suceda y el juez considere todas las agravantes y actúe con perspectiva de género, porque mi hija, mi madre y yo estamos en riesgo feminicida, de acuerdo con lo establecido por las autoridades competentes”.
La prescripción del delito, por el tiempo que ha pasado tras la denuncia de los golpes recibidos de su parte, cuando nos encontrábamos en avenida Acoxpa, es un riesgo, pero “no voy a ceder en esta lucha, y a la par de este proceso estoy llevando un juicio oral contra esta misma persona -de quien se reservó su nombre, por el delito de violencia familiar, donde las víctimas son mis papás y mi hija, que también es hija del agresor”.
Recordó que, tras la primera agresión acudió ante las autoridades para denunciarlas y pese a contar con el dictamen psicológico y todas las diligencias que se le requirieron, 72 horas después estaba libre; sin embargo, al judicializarse la carpeta por violencia familiar fue detenido e ingresado el año pasado al reclusorio el año, pues se presentó también la denuncia de otra víctima, por lo que se le fijó prisión preventiva justificada.
Ha sido un proceso bastante largo, donde la violencia ha ido incrementándose, aunque desde enero del 2020 está en prisión, pero “el miedo sigue, pues me amenazó con destazarme, de llenarme la espalda de plomo sin importar si estaba en la cárcel, pero aquí estoy exigiendo al Poder Judicial me haga justicia, porque somos muchas las que padecemos esta situación, pero pocas se atreven a actuar, permitiendo que este delito quede impune, lo cual debe cambiar”, afirmó Daniela Sánchez.