El gusto de ver libres de vendedores ambulantes los alrededores del mercado Sonora duró poco a los visitantes y más de 400 locatarios, ya que cientos de comerciantes en la vía pública volvieron a instalar sus puestos con lonas amarillas en el estacionamiento de la entrada principal, el estacionamiento lateral y en la parte trasera, y otros tantos en el puente peatonal que cruza la avenida Fray Servando Teresa de Mier.
A pesar del incendio que ocurrió en el mercado el jueves pasado por un cortocircuito en un local de artículos religiosos, cuyas llamas se propagaron a siete establecimientos, y de las dificultades que tuvieron los cuerpos de emergencia para ingresar, los vendedores ambulantes recibieron autorización de la alcaldía Venustiano Carranza para colocar sus puestos antes de las seis de la mañana de ayer, denunciaron los locatarios.
Ropa, juguetes, peluches gigantes y en miniatura, bolsas, mochilas, bisutería, plantas, artículos religiosos, esotéricos, utensilios para cocina y baño, además de telas, árboles de navidad y accesorios con motivos de fin de año se ofrecieron en los estacionamientos de avenida Fray Servando Teresa de Mier, calle San Nicolás y callejón Canal.
“Esto ya es un Tepito 2”, dijeron molestos los locatarios, que acusaron a la alcaldía de “acosar”, “hostigar” e “intimidar” a los comerciantes del mercado inaugurado en 1957, porque además de supervisar todos los días los filtros sanitarios en los 14 accesos, se dedican a realizar verificaciones para exigir “medidas extremas”, como prohibir que coloquen mercancía en las paredes de sus puestos.
En contraste, después del medio día, entre los puestos ambulantes la sana distancia, la aplicación de gel antibacterial, la toma de temperatura y uso adecuado de cubrebocas entre los vendedores de la vía pública, en su mayoría, brillaron por su ausencia.
Los locatarios del mercado denunciaron que las autoridades de la alcaldía dieron “permisos truculentos” para que dentro del mercado Sonora se colocaran puestos en los espacios comunes, por lo que exigieron transparencia y respetar el plano original, pues al parecer uno de los locales siniestrados se encontraba en un pasillo.
Mientras la venta de animales continúa, aunque no están a la vista loros ni animales exóticos, sólo las gallinas; no obstante, los comerciantes preguntan con insistencia ¿qué buscas, qué necesitas?”