Pekín. El 19 Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) comenzó ayer su sexta sesión plenaria, en una jornada en la que su máximo líder, Xi Jinping, al presentar un informe de trabajo expuso un proyecto de resolución sobre los principales logros alcanzados y la experiencia histórica acumulada de 100 años de esfuerzos del partido.
Unos 400 miembros participan en la sesión plenaria que se extenderá durante cuatro días en Pekín. La reunión se lleva a cabo a puertas cerradas, como todos los encuentros del alto mando chino.
La resolución propuesta por Xi marcará el tono del vigésimo congreso partidario del próximo año, donde se espera que Xi declare que tendrá un tercer periodo en el poder, cimentando su posición como el líder más poderoso de China desde Mao Tse Tung.
La prensa estatal destacó el liderazgo de Xi antes de la reunión, y Xinhua publicó que es “un hombre de pensamientos y sentimientos profundos, que heredó un legado pero que se atreve a innovar, y un visionario comprometido con el trabajo incansable”.
Chris Johnson, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, declaró en el podcast Sinocism que la nueva resolución podría marcar una oportunidad para que Xi “limpie algunas partes de la historia que no le gustan, incluso los excesos de reformas económicas de finales de los años 90.
Hace poco Xi lanzó una campaña de “prosperidad común” para enfrentar la desigualdad de ingresos y endurecer el control sobre los gigantes empresariales locales.
La resolución del Comité Central sería la tercera en su tipo en la historia del PCCh.
La primera, aprobada con Mao en 1945, ayudó a afianzar su autoridad sobre el partido cuatro años antes de tomar el poder en China.
Con la segunda, con Deng Xiaoping, en 1981, el régimen adoptó reformas económicas y reconoció los “errores” de la era de Mao.
En la nueva, Xi podría, en efecto, hacer lo mismo y “criticar los excesos de las reformas y políticas de apertura de Deng Xiaoping”, agregó Johnson.
Se daría un año antes de que Xi consiga un tercer periodo en el poder en el congreso, que se realiza cada cinco años.
China eliminó el límite de mandatos de la presidencia en 2018, lo que podría mantener a Xi en el poder el resto de su vida.