Cuernavaca, Mor. A un año de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que la termoeléctrica ubicada en Huexca, municipio de Yecapixtla, comenzaría a funcionar y del desalojo de dos campamentos de ejidatarios de Ayala que mantenían en las inmediaciones del río de Cuautla, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos Puebla y Tlaxcala exigieron al gobierno federal y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cancelar este megaproyecto que ha presentado varias “fallas” y que además contamina el medio ambiente.
Desde 2015 que las empresas españolas, como Abengoa, terminaron de construir la termoeléctrica en Huexca, pero con fallas técnicas, según abogado de este Frente, Juan Carlos Flores Solís.
“La termoeléctrica que iban a echar andar según en diciembre pasado, hasta hoy sigue en pruebas y ya se va cumplir un año desde que el gobierno federal, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, mandó a elementos de la Guardia Nacional a desalojar el plantón de Ayala”.
Como consecuencia, acotó, “obviamente tanto tiempo sin funcionar debido a la resistencia pues se oxidó esa cosa, algunos trabajadores de esa termo y de la CFE han dicho que han encontrado hasta animales muertos dentro de ésta".
Aclaró además que los trabajadores no la han podido echar a andar, hasta hoy siguen vigentes, también, 20 amparos contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que incluye dos termoeléctricas en Huexca, un acueducto y un gasoducto; megaproyecto que comenzó a edificarse sin consultar a la población en 2012, en el gobierno del panista Marco Antonio Adame Castillo, y luego con el ex gobernador perredista Graco Ramírez avanzó con la edificación, resguardada por la fuerza pública.
El Frente de Pueblos reiteró que a una década de iniciado, este proyecto es inviable y la mejor prueba es el socavón que se formó en Puebla a 400 metros del gasoducto del PIM.
También mencionó que de funcionar el gasoducto y pasar por Puebla va ser robado por las bandas criminales organizadas que se dedican al huachicol de gas, como ocurrió -dijo- a 20 kilómetros del gasoducto de Morelos, ya que por el robo de combustible de Pemex en San Pablo Xochimehuacan, en Puebla, explotaron 56 casas y murieron cuando menos dos personas.
“Porque todos estos ductos no solamente es la instalación, sino porque estos traen la industria y la urbanización, ¿qué está pasando? donde están los ductos en donde se supone que no debería de haber construcciones ni nada, porque es una zona riesgosa, no pues al contrario, se va poblando toda esa zona y cuando pasa este tipo de accidentes afectan a la población", aseveró.
"Recordemos el gasoducto Morelos tiene toda esta serie de irregularidades", y ejemplificó que en Tlaxcala "incluso un vecino que no quiso que pasara el gasoducto sobre su terreno, sobre su casa, y lo que hicieron fue rodear su casa, y entonces sale y tiene el gasoducto en tres lados de su casa, pegadito, este tipo de casos están en todos el trazo del gasoducto Morelos, hay construcciones, hay fraccionamientos, incluso en unos de estos fraccionamientos una avenida se llama gasoducto, por ahí pasa el gasoducto y está todo urbanizado”.
Por ello el activista social solicitó al gobierno federal, a la CFE, cancelar este proyecto porque también contamina el medio ambiente de Morelos y acabará con la vida campesina de Morelos. “Esta termoeléctrica emitirá óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre”.
Finalmente, sostuvo que este “proyecto no es necesario” dado que en 2012, cuando se inició su construcción, había una capacidad de generación de energía eléctrica en el país de 48 por ciento mayor, y que hoy hay hasta 100 por ciento mayor de producción de energía en el país.
Aseveró que se entiende que "esta serie de proyectos energéticos que no son necesarios", responden a "una dinámica de la transición a los automóviles eléctricos y el tema del litio, y todo es una nueva apuesta del capitalismo para seguir devastando el planeta”, concluyó Juan Carlos Flores Solís.