Shanghái. El sector inmobiliario chino sufrió una nueva conmoción este martes, luego de que Kaisa Group hizo una petición desesperada de ayuda y de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) envió su primera advertencia directa de que la crisis podría causar un daño global.
Los bonos de las constructoras cayeron de nuevo después de que fuentes en China dijeron que Kaisa, que fue la primera de sus promotoras en caer en impago en 2015, había dicho en una reunión con un grupo de expertos del gobierno y algunos de los bancos y empresas inmobiliarias del país que necesitaba ayuda para pagar a acreedores, trabajadores y proveedores.
Los bonos de otras grandes empresas también se desplomaron, y los de R&F Properties y China Vanke -considerada como una de las empresas más sólidas del sector- registraron sus mayores caídas.
Horas antes la Fed advirtió que los problemas en el sector inmobiliario chino podrían suponer un riesgo mundial.
“Dado el tamaño de la economía y el sistema financiero de China (…) las tensiones financieras en China podrían tensar los mercados financieros mundiales, a través de un deterioro del apetito por el riesgo, y plantear riesgos al crecimiento mundial”, dijo la Fed en su informe de estabilidad financiera.
Además la escasez de liquidez fue destacada por Fitch, que rebajó el martes la calificación de Kaisa hasta acercarse al impago, citando el deterioro de sus finanzas, las dificultades para vender activos y la deuda no declarada de su unidad de gestión de patrimonios.
Suplicando ayuda
En una reunión con el Centro de Investigación del Desarrollo del Consejo de Estado, Kaisa, que tiene su sede en Shenzhen, se instó a las empresas estatales a ayudar a las empresas privadas a mejorar su liquidez mediante la adquisición de proyectos y compras estratégicas, dijo una fuente.
La promotora dijo que algunas instituciones financieras habían transferido fondos de su cuenta de forma inapropiada e instó a que todas las demandas que buscan la congelación de sus activos se tramiten de forma centralizada en un tribunal de Shenzhen.
Próximos plazos
Los problemas del sector inmobiliario chino han inquietado a los mercados globales y han movido a las autoridades en Pekín a tratar de apaciguar los ánimos, asegurando que la crisis de deuda no se saldrá de control.
La endeudada promotora China Evergrande Group ha sacudido los mercados mundiales mientras lidia con pasivos de más de 300 mil millones de dólares, que, si no se gestionan, podrían generar riesgos sistémicos para el sistema financiero chino.