Ya hay suficientes detenidos por corrupción como para organizar una posada navideña tras las rejas; sin embargo, habrá un ausente: Ricardo Anaya. Un juez le obsequió que no se presente a declarar –eso sí, personalmente– hasta el 31 de enero del próximo año. La comparecencia era ayer. Podrá disfrutar en completa libertad el puente Guadalupe-Reyes gracias a la generosidad de Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte. Si no se presentara el año próximo (¡no, bueno!), entonces posiblemente la Fiscalía General de la República girará orden de aprehensión. Ya habrá tenido tiempo de esconderse.
Protestas contra aerolíneas
¿Cobró una cuota extra la línea aérea que utilizó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su viaje a Nueva York por la maleta que iba en la panza del avión? Sería cobro triple: él y sus acompañantes Marcelo Ebrard y el jefe de seguridad presidencial, Daniel Assaf. Tres aerolíneas nacionales tienen vuelos directos al aeropuerto John F. Kennedy: Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris. (Rara vez usa la primera, el presidente del Consejo de Administración fue jefe del Fobaproa, Javier Arrigunaga Gómez del Campo). Posiblemente a ellos no les aplicaron la cuota extra, pero al resto de los pasajeros sí. Recientemente las compañías introdujeron una nueva política tarifaria que consiste en cobrar por las maletas que van en la bodega del avión. Han logrado burlar al director de Profeco, Ricardo Sheffield. Se “están pasando de rosca”, para utilizar su frecuente expresión y parece que no se ha dado cuenta. Profeco ha llamado en dos ocasiones a las compañías a suspender el cobro del equipaje de mano a los viajeros o de otro modo emprenderá acciones legales. Ante la advertencia, las compañías astutamente han cambiado de estrategia: pasajeros en redes sociales se quejan de que les cobran por la maleta que va en la panza del avión, no el equipaje de mano. En la práctica es un aumento de tarifa simulado. Por otro lado, el Presidente viajó sin más compañías que Ebrard y Assaf. Austeridad en extremo. De cualquier modo, cuando revise la cuenta del hotel, sentirá lo que muchos mexicanos cuando se ven en la necesidad de usar dólares para comprar un producto o pagar un servicio. La cotización del billete verde está en más de 20 pesos. Bueno, para las familias de nuestros paisanos que este año probablemente recibirán una cifra cercana a 50 mil millones de dólares, pero no para todos. Anoche, la Comisión de Cambios instruyó al Banco de México para que active el mecanismo de subastas de financiamiento en dólares con los bancos a fin de contener una mayor devaluación del peso.
Espionaje Pegasus
Es la punta de una hebra que debe conducir no sólo a los autores materiales del delito, sino también a los intelectuales. La Fiscalía General de la República informó de la detención de una persona por su presunta responsabilidad en el espionaje telefónico del que fue víctima la periodista Carmen Aristegui con el programa Pegasus. Fue identificado como Juan Carlos GR, empleado de la empresa Proyectos y Diseños VME SA de CV, parte del grupo KBH Track, que a su vez es operadora en México de la israelí NSO Group. Es acusado de intervención ilegal de comunicaciones, delito agravado previsto en el artículo 177 del Código Penal Federal: “A quien intervenga comunicaciones privadas sin mandato de autoridad judicial competente se le aplicarán sanciones de 6 a 12 años de prisión y de 300 a 600 días multa”. Es un avance, ¿pero quién contrató sus servicios y con qué fines?
Falsifica documentos
La diputada panista América Rangel (@AmerangelLorenz) utiliza Twitter para circular una ficha falsa supuestamente emitida por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, impresa en papelería oficial, cuyo contenido es una pesquisa para localizar a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Ya sabemos que en política todo se vale, pero ¿no es un delito falsificar documentos oficiales?
Twiteratti
Ya es hora de que el gobierno meta en cintura a las aerolíneas.
Escribe @dtiki31
