Biotecnólogos de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) diseñaron una biorrefinería para el manejo sustentable del lirio acuático en los canales de Xochimilco con la que buscan dar un giro a la forma de combatir la proliferación de esa especie, la cual ha sido problema en distintos países por la rapidez con la que crece, así como su impacto económico y medioambiental.
En zonas de Xochimilco, Cuemanco y Milpa Alta hay canales cubiertos de lirio, por lo cual no están abiertos al turismo.
Todos los días lanchas limpian esas áreas, a pesar de eso, de marzo a octubre pasado el lirio se volvió un gran problema debido a que vuelve a crecer de forma rápida, indicó la institución en un comunicado.
El investigador Ernesto Favela Torres, adscrito al departamento de Biotecnología de la Unidad Iztapalapa y responsable del proyecto de la biorrefinería, explicó que se han presentado muchas iniciativas para erradicar el lirio por medio de pesticidas y control biológico, pero “la realidad es que nada ha resultado”. Las razones son el alto costo y el clima, detalló.
La presencia de esa especie también genera dificultades en canales de navegación, sitios recreativos y de pesca, así como en el funcionamiento de presas hidroeléctricas.
Planteó “una estrategia para sacarlo, procesarlo y emplearlo como acondicionador de tierra y acompañamiento de fertilizantes, entre otros usos”, como el biogás.
Una de las opciones es la biorrefinería, que opera en el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco de la Unidad Xochimilco de la UAM. Su diseño se puede reproducir y escalar a otros sitios, agregó.
La idea, precisó, es crear biotecnologías a fin de amortizar los gastos por sustracción y manejo, tareas que, dependiendo del cuerpo de agua, llegan a alcanzar hasta 600 mil pesos por hectárea.
Como parte de una primera fase, lograron desarrollar bioprocesos para la producción de bioetanol, enzimas, composta, biogás y prebióticos, estos últimos con una patente de por medio, subrayó.
Ernesto Favela Torres añadió que en la Unidad Iztapalapa de la UAM, el uso y aprovechamiento del lirio es materia de investigación desde los años 80, cuando se buscó usar la planta como absorbente de depuración de agua en ríos y canales.