Ciudad de México. El programa Sembrando Vida (SV) no fue la base del acuerdo contra la deforestación de la COP26, como afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues entre sus objetivos básicos no está la recuperación de bosques y selvas, sino el apoyo a la población pobre que habita en zonas rurales, afirmó Roberto Gutiérrez Rodríguez, jefe del departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa.

“Se reconoce la buena intención de la Presidencia de que haya más recursos forestales en SV, pero el enfoque esencial del programa es combatir la pobreza en zonas no urbanas. Nos vendrá bien si en la COP se asignan recursos para las regiones deforestadas, pero los dos programas no son semejantes, sino muy diferentes”, indicó el investigador en entrevista con La Jornada.

De acuerdo con Gutiérrez, en México casi el 80 por ciento de la población vive en localidades urbanas –es decir, con más de 2 mil 500 habitantes–, por lo que el esquema manejado por la Secretaría de Bienestar se enfocó en ayudar al restante 20 por ciento de las personas que se encuentran en comunidades rurales y no contaban con ningún programa social relacionado con la agricultura.

“López Obrador consideraba que el apoyo se había concentrado en las áreas urbanas y por eso propuso Sembrando Vida, para apoyar el ingreso familiar y combatir la pobreza en zonas no urbanas”, recalcó.

En ese marco, el especialista hizo ver también que SV en algunos casos ha tenido “problemas de operación serios”, entre ellos que ha propiciado la tala de árboles en algunas zonas, para que los agricultores puedan sembrar el tipo de vegetación que exigen los organizadores del programa, y por lo tanto puedan recibir un pago.

“No digo que así opera siempre, pero en algunos terrenos donde hay vegetación y flora silvestre, muchas veces las personas arrancan los árboles ya existentes para sustituirlos por los que el gobierno determina que hay que sembrar”, apuntó.

Gutiérrez recordó que en México y otros países en desarrollo, como los que comparten la selva del Amazonas, la deforestación ocurre “por necesidad y por pobreza”, ni siquiera porque existan proyectos productivos bien organizados, por lo que es necesario diseñar algún esquema que ayude a la población a no verse obligada a reducir la masa forestal.