Las fumigaciones aéreas de plaguicidas en los campos agrícolas no sólo matan a los insectos o malezas que se buscan eliminar, sino también la biodiversidad que se encuentra ahí, además de ocasionar problemas de salud que, según el tiempo de exposición, pueden ser desde náuseas y dolores de cabeza hasta el desarrollo de cáncer. En Hopelchén, Campeche, se riegan los químicos para los cultivos de soya transgénica, a pesar de que la siembra está prohibida por una orden judicial y esto afecta la salud de los pobladores, así como la producción de abejas, señaló Everardo Chable de la Alianza maya por las abejas de la península de Yucatán.
Advirtió que no existe una regulación sobre las fumigaciones aéreas, por lo que se busca que se incluya en la norma oficial 052, la cuál sólo considera los requisitos para notificar ante las autoridades el comienzo de fumigaciones. A la gente ni siquiera se le informa de que se harán las aplicaciones e incluso los químicos se comercializan cerca de escuelas y en los centros habitacionales. Ante ello, se busca la modificación en la normatividad que data de 1995, indicó.
En esta región maya “hay una afectación seria por el tema de enfermedades. Hay más de 15 tiendas donde se venden agroquímicos, junto a escuelas, restaurantes”. En localidades como José María Morelos se encuentran más de 3 mil 500 muertes de colmenas, agregó Chable.
La mayoría de los plaguicidas que se aplican en Campeche a través de fumigaciones aéreas son altamente peligrosos, es el caso del malatlón, glifosato, cipermetrina, imidacloprid, metamidofos, paraquat y clorantraniliprol, que casi diariamente se aplican como secante de soya en la región, señaló la experta Irma Gómez durante el foro virtual No a las fumigaciones aéreas de plaguicidas en América Latina.
En octubre, los habitantes de las comunidades informaron que durante junio, julio y agosto de 2021, observaron la siembra de semillas de maíz y soya, así como la aplicación de agroquímicos, entre ellos el glifosato, por lo que se sospecha que dichas semillas sean transgénicas.