Santiago. A dos semanas de las elecciones generales del 21 de noviembre en Chile, las encuestas difieren acerca de quién puntea en la carrera presidencial, cada vez más polarizada entre el candidato izquierdista Gabriel Boric y el ultraderechista/pinochetista José Antonio Kast, quienes se alejan de otros cinco aspirantes inscritos en la papeleta.
Todo apunta a que ninguno alcanzará la mayoría del 50 por ciento más uno de los votos necesarios para ganar en primera ronda y que el desenlace quedará para una segunda vuelta el 19 de diciembre, que desde ya se avizora muy polarizada.
La semana tuvo un festival de sondeos con cifras disímiles, previo a la prohibición de publicación de proyecciones que rige 15 días previos a una elección.
La encuesta mensual DataInfluye conocida el miércoles, puso a Boric (Pacto Apruebo Dignidad, que une al Frente Amplio con los partidos Comunista y Regionalista Verde Social) a la cabeza con 32 por ciento; seguido por Kast, del Frente Social Cristiano (partidos Republicano y Conservador Cristiano), con 27.
Luce cerrada la contienda entre ambos, pues en los últimos 30 días, mientras la opción por el aspirante izquierdista creció 6.3 puntos, por el ultraderechista lo hizo en 10.9.
Les siguen la senadora democristiana Yasna Provoste con 13 por ciento, del Nuevo Pacto Social (la ex Concertación); el derechista oficialista Sebastián Sichel con 9 por ciento; el populista Franco Parisi, del Partido de la Gente, con 8 por ciento; Marco Enríquez-Ominami (ME-O, del Partido Progresista) con 4 por ciento, y el ortodoxo izquierdista Eduardo Artés (2 por ciento).
También los resultados de la firma Criteria –considerando al “votante probable”, esto es, los que dicen estar seguros de ir a votar– pusieron a Boric a la cabeza con 30.8 por ciento, perseguido por Kast (27.7 por ciento), Provoste (10.9 por ciento), Sichel (8.1 por ciento), Parisi (7.7 por ciento), ME-O (3.5 por ciento) y Artés (2 por ciento). “La votación de Boric se mantiene estable, mientras en el espacio continuista hay un cambio sustantivo marcado por el desfonde de Sichel que cae más de 12 puntos en votante probable”, mientras el alza de Kast responde a que “logró capturar toda la caída de Sichel y suma cinco puntos adicionales que emergen principalmente de una caída de Provoste de 2.7 puntos”, explicaron.
Otra encuesta, la semanal Cadem Plaza Pública –muy cuestionada en sus métodos y por su nexo con el gobierno de Piñera que continuamente la favorece con adjudicaciones millonarias– da la ventaja a Kast con 23 por ciento por sobre Boric, con 20 puntos.
La firma Activa Research publicó que Kast lidera con 25 por ciento, mientras Boric se queda en 22. Y la encuesta Feedback, conocida el viernes, puso al frente a Kast con 36 puntos porcentuales, seguido por Boric con 30.
¿Cómo se explica que a dos años del estallido social de 2019, cuando millones de chilenos se manifestaron contra el modelo neoliberal y por cambios estructurales, que a un año del plebiscito donde 80 por ciento apoyó una nueva Constitución, y que a cinco meses de la elección de constituyentes donde la derecha obtuvo sólo 37 de 155, menos del tercio para bloquear las reformas, un ultraderechista que representa el statu quo, que defiende la dictadura de Pinochet y que propone un programa reaccionario, dispute ganar la elección?
Una primera razón proviene del derrumbe de la candidatura de Sichel, ex ministro de Piñera que en julio ganó de manera holgada como independiente las primarias del Pacto Chile Vamos y que en agosto era segundo en las preferencias. Sucesivos errores no forzados en su campaña e inconsistencias personales –por ejemplo, se opuso a los retiros anticipados de los ahorros previsionales, pero contrario a su discurso él sí lo efectuó– lo desacreditaron. Y decenas de parlamentarios piñeristas lo abandonaron para adherir a Kast.
Éste, que además de pinochetista es admirador de Bolsonaro, Trump y el español Santiago Abascal, captó prácticamente la totalidad de la intención de voto que huyó de Sichel.
Pero, además, articuló un discurso centrado en temas muy sensibles en sectores populares y de la clase media: antidelincuencia, la principal preocupación de la ciudadanía, pues prevalece la percepción de inseguridad y de que los narcotraficantes se apropiaron de calles y barrios; contra la clase política –pese a que fue diputado durante 16 años– y la burocracia, acusándolas de privilegiadas y corruptas; contra la migración –propone cavar una zanja en la frontera entre Chile y Bolivia para impedir el ingreso ilegal–, a la cual muchos culpan de desplazarlos de sus trabajos.
También, un discurso fuertemente anticomunista, amenazando con la influencia decisiva que el PC tendría en un gobierno de Boric y acusando la inexperiencia de éste (tiene 35 años).
La campaña de Kast se valora como la mejor, según DataInfluye.
Pero no las tiene todas consigo, pues es la candidatura con más rechazo. Según Criteria, 50 por ciento de encuestados dice que en ninguna circunstancia le daría el voto. Y según DataInfluye, 58 por ciento afirma que jamás votaría por quien rechace un nuevo retiro (cuarto) de los ahorros previsionales. Kast se opone.