La Paz, BCS., De los mil 580 restaurantes registrados el año pasado en Baja California Sur, 250 cerraron sus puertas en forma temporal o definitiva a causa de la pandemia de Covid-19, informó la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el estado, Lorena Hinojosa Oliva.
Señaló que al inicio de la emergencia sanitaria las autoridades dieron prórrogas de entre tres y cinco meses a los empresarios para pagar impuestos y servicios, “pero eso no se puede considerar un respaldo real”, por lo cual la mitad de los 250 establecimientos que suspendieron actividades ya no pudieron reanudarlas.
Agregó que los bancos no les prestaron dinero, las rentas hasta de 250 mil pesos al mes “eran insufribles”, las tarifas de electricidad y gas no bajaron y los alimentos incrementaron su costo.
Por ello, dijo, hubo restauranteros que gastaron sus ahorros en el pago de liquidaciones a sus colaboradores; otros decidieron seguir dando servicio y algunos tuvieron la posibilidad de reabrir luego de malbaratar bienes muebles e inmuebles.
Se recupera el empleo
Hinojosa Oliva recordó que en 2020, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, 10 mil trabajadores del sector perdieron sus empleos en Baja California Sur, pero en la actualidad (con semáforo verde en los municipios turísticos de La Paz y Los Cabos, donde se concentra la mayor parte de la población del estado) se han recuperado casi todos y están a un paso de abrir nuevas plazas en diciembre próximo.
Expuso que los micro, pequeños y medianos empresarios, entre ellos los restauranteros, pasaron por una situación muy difícil en el estado, algo que difícilmente pueden entender quienes tuvieron su salario seguro durante la pandemia.
Propuso que las autoridades platiquen con los empresarios para lograr acuerdos que permitan reactivar la economía del país, pues si bien es cierto que el salario mínimo es el más alto en la historia de México, también lo es que los productos de la canasta básica “están más caros que nunca”.
Consideró que se debe dimensionar la importancia de la industria restaurantera, pues su cadena productiva es muy grande y es la primera generadora de empleos directos e indirectos.
La presidenta de la Canirac llamó a la sociedad a no bajar la guardia mientras dure la contingencia sanitaria por Covid-19, pues “a nadie le conviene retroceder”.