Los miembros de la caravana migrante que ya hayan realizado algún trámite en Chiapas para solicitar la condición de refugiados se exponen a que, si salen de esa entidad como parte de la caminata, se les considere por ley responsables de “abandonar” su petición, y por ende puedan ser detenidos y deportados.
Así lo afirmó el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva, quien señaló que la única forma de que ese grupo evite caer en una situación de probable riesgo es que acepte los ofrecimientos de regularización del Instituto Nacional de Migración (INM).
En entrevista con La Jornada, el funcionario explicó que los integrantes de la caravana –iniciada el pasado 23 de octubre en Tapachula, Chiapas, y cuyo destino es la Ciudad de México– se encuentran en diversas condiciones legales, en función de si solicitaron refugio en el país o realizaron algún otro trámite migratorio ante las autoridades.
En el caso de quienes ya pidieron ser admitidos como refugiados, señaló, tienen la ventaja de que el simple hecho de ser solicitantes los protege de la deportación, “pero eso es si y sólo si están dentro de la ley, y ello implica que no pueden salir sin autorización de la entidad federativa donde hicieron su trámite”, es decir, Chiapas.
“Si ellos deciden abandonar motu proprio la entidad y quieren seguir su solicitud (de refugio) en otro estado, lo que establece la ley es que eso es un ‘abandono’, estarían en condiciones de irregularidad y ahí ya no les damos admisión”, alertó.
Sin embargo, dijo Ramírez, si los peticionarios salen de Chiapas por haber aceptado alguno de los ofrecimientos de regularización que ha hecho públicos el INM, “ahí no estarían en condiciones de irregularidad. Obviamente no vamos a ser tan dogmáticos ni tan rígidos; sólo tendrían que avisarnos para que transfiramos el trámite de Tapachula al lugar donde estén”.
En esa misma línea, el coordinador general de la Comar subrayó que los trabajadores internacionales que no han hecho ninguna solicitud de refugio o no hayan iniciado el trámite, están expuestos a ser detenidos y deportados, por estar en irregularidad migratoria, pero si deciden comenzar su proceso en otro estado, pueden ser recibidos.
Otros grupos minoritarios dentro de la caravana, dijo, son quienes ya gozan de la condición oficial de refugiados o tienen el beneficio de protección complementaria, o por el contrario, ya concluyeron el trámite y fueron rechazados.
Luego de señalar que “al parecer” ya hay miembros de la caravana que han aceptado los ofrecimientos del INM, Ramírez dijo que uno de los temas que más ocupan a la Comar es “la necesidad de búsqueda de alternativas migratorias” para la población haitiana en particular, que desde 2019 ha llegado a México en números nunca antes vistos.
De 108 mil 195 solicitantes de refugio que han llegado al país tan sólo de enero a octubre de este año, explicó, 37 mil 849 son de Haití, pero a ellos se suman 5 mil 294 ciudadanos chilenos y 2 mil 449 brasileños que son hijos de migrantes haitianos, por lo que en total son 45 mil 592 personas de dicho origen.