Ciudad de México. Mientras las fortunas de las personas más acaudaladas del mundo están sustentadas en la tecnología, las de las familias más ricas de México tiene sus pilares en dos sectores tradicionales: minería y servicios financieros, que son también de los negocios más rentables en el país.
De las 10 familias más acaudaladas en México, de acuerdo con datos actualizados de la revista Forbes, ocho de ellas han amasado su fortuna ayudadas de importantes negocios en el sector financiero o en la industria minera y derivados.
Esta última industria ha sido de las más criticadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al grado de cancelar nuevas concesiones para exploración en el territorio mexicano; mientras el sector financiero mexicano es señalado por brindar a los bancos mayores ganancias que otras naciones.
La persona más rica del país es Carlos Slim, quien además de otros negocios cuenta con Banco Inbursa y Minera Frisco. Le siguen Germán Larrea, con Grupo México; Ricardo Salinas Pliego, con Banco Azteca; Alberto Baillères, con la minera Peñoles y Antonio del Valle Ruiz, con el banco Ve por Más.
La lista la completan Carlos Hank Rhon, dueño durante muchos años del hoy desaparecido Banco Interacciones; Roberto Hernández Ramírez, cofundador de Accival Casa de Bolsa y accionista de Citibanamex, y Rufino Vigil González, con Industrias CH, que si bien no es una compañía minera, es una de las principales productoras de acero del país.
En el top ten de las familias más acaudaladas del país, sólo las de Juan Francisco Beckmann y María Asunción Aramburuzabala no basaron su fortuna o tienen negocios destacados en minería y/o servicios financieros. El primero forjó su riqueza en Tequila Cuervo, y la segunda en la cervecera Grupo Modelo.
Las ocho familias con negocios en minería y servicios financieros cuentan con una fortuna conjunta de 131 mil 300 millones de dólares.
Para dimensionar, al tipo de cambio actual de 20.50 pesos por dólar, la riqueza de dichas familias asciende a alrededor de 2 billones 700 mil millones de pesos, lo que equivale a 20 por ciento del producto interno bruto del país, o a más de la mitad de los 5 billones de pesos que tienen ahorrados 70 millones de mexicanos para su retiro.
Dichas familias mexicanas sustentan sus fortunas en la minería y en la banca; en contraste, ocho de las 10 personas más acaudaladas del mundo han conseguido su fortuna gracias a la tecnología; encabeza la lista Elon Musk, con Tesla; Jeff Bezos, con Amazon; Bill Gates, con Microsoft; Larry Ellison, con Oracle, y Larry Page, con Google, entre otros.
Minas de oro
De acuerdo con datos del gobierno federal, el valor de la producción minera anual es de alrededor de 280 mil millones de pesos. En tanto sólo por comisiones, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los bancos comerciales registran en promedio ingresos por alrededor de 120 mil millones de pesos.
En 2020, Grupo México, la minera más grande del país al ser la principal productora de cobre y la cuarta del mundo, registró una utilidad neta de mil 274 millones de dólares, equivalentes a 25 mil 500 millones de pesos.
En los primeros nueve meses de 2021, la empresa propiedad de Germán Larrea, la segunda persona más rica del país, acumula ganancias de 2 mil 755 millones de dólares (55 mil millones de pesos), es decir, más del doble que la registrada en todo el año pasado.
Si bien Carlos Slim, el mexicano más acaudalado, ha basado su fortuna en la telefonía, dos pilares importantes son Banco Inbursa y minera Frisco. Con el primero registra una ganancia de 13 mil millones de pesos entre enero y septiembre de este año; mientras que con la segunda obtuvo ingresos por 9 mil millones de pesos en el mismo periodo.
En tanto, sólo por mencionar algunos nombres más: Alberto Baillères ha ganado 534 millones de dólares (10 mil 600 millones de pesos) y Ricardo Salinas Pliego, con Elektra, un total de 11 mil millones de pesos, los cuales son impulsados principalmente por su negocio financiero, Banco Azteca.
En un reciente estudio elaborado por el banco de inversión Credit Suisse, se reveló que en 2020, uno por ciento de la población más acaudalada en México –es decir, las familias antes mencionadas– concentró 31 por ciento de la riqueza nacional.