Sin sana distancia, largas y desordenadas filas de rezagados invadieron el carril del Metrobús en el Eje 1 Norte, donde cientos de personas se quedaron sin la vacuna contra el Covid-19 en la Biblioteca Vasconcelos –porque después de las 16 horas, cuando cerraba, aún llegaba gente que exigía una–, concluyó la primera semana de atención para inmunizar a quienes esperaron hasta el último día para recibir los biológicos AstraZeneca y Sinovac.
Cuatro horas y media tardaron en promedio los remisos que no asistieron cuando fueron programados la primera ocasión hace meses, y que al ser entrevistados dijeron estar molestos “por la desorganización” y la falta de seguridad”, al acusar que las autoridades capitalinas “prefirieron dedicar toda la atención a la Fórmula 1 y aquí no hay nadie”, en referencia a la realización del Gran Premio de México.
“Hay que buscar dónde termina el caracol”, respondían a quienes preguntaban dónde iba el último de la fila. El gobierno capitalino señaló que a la sede llegaron 5 mil personas más de las programadas, por lo que se generaron largas filas. También se hizo un llamado a los capitalinos para no preocuparse, pues la inmunización se mantendrá hasta que sea necesario.
Las autoridades señalaron que se establecerán más células de vacunación y se analiza abrir una tercera sede, que se sumará a la biblioteca y al Cencis Marina con la finalidad de evitar retrasos en la aplicación.
Los rezagados sortearon el paso del Metrobús, libraron obras en las aceras en Insurgentes y Eje 1 Norte sin que dos policías de tránsito se dieran abasto, mientras otro uniformado trataba de ordenar las cuatro hileras en una sola para evitar confrontaciones y aglomeraciones, que aprovechaban algunas personas para colarse.
Tampoco se presentó ninguna autoridad o personal del gobierno capitalino o federal que ordenara las filas y que impidiera la presencia de comerciantes que vendían a 10 pesos el formato de registro de la vacuna, que adentro se entregaba sin costo.
Los que no llevaban paraguas utilizaban la hoja de registro, mochilas, un folder o la capucha de su ropa para cubrirse de los rayos del sol. La formación comenzó a las siete de la mañana e ingresó al centro comercial Forum Buenavista, en Insurgentes Norte, pasó por el Eje 1 Norte, Aldama y Zaragoza, en una espiral de cuatro vueltas.
Jéssica Esquivel, de 63 años y residente de Cuajimalpa, se formó cuatro horas y media a pesar de usar bastón. Comentó que se rezagó porque no tenía la credencial para votar, por lo que tuvo que tramitarla, pero ayer no se la pidieron.