Saúl Canelo Álvarez y Caleb Plant pasaron la báscula sin problemas en un ambiente con música mexicana, donde las mentadas de madre salieron de la boca de los dos boxeadores y hasta el grito homofóbico “¡eeeh, puto!” se escuchó entre el público dirigido al estadunidense en la Arena del MGM Grand Garden.
Frente a frente, cargando en sus hombros los cinturones mundiales que poseen y que pondrán en juego esta noche en Las Vegas para conocer al campeón indiscutible de peso supermediano, Álvarez y Caleb se lanzaron miradas desafiantes en la ceremonia de pesaje presenciada por unos 5 mil aficionados.
El jalisciense ostenta los cetros del CMB, AMB y OMB, en tanto que Caleb posee la corona por la FIB.
“El objetivo es ser uno de los mejores de todos los tiempos. Estoy muy orgulloso de todo lo que he logrado para llegar donde estoy en la actualidad. No me detendré hasta conseguirlo”, comentó Álvarez.
El Canelo ha idolatrado a los boxeadores más duros y gloriosos de México desde su infancia y aspiraba a ser el mejor de todos.
Así que cuando Álvarez (56-1-2, 38 nocauts) se dio cuenta de que tenía la oportunidad en 2021 de hacer al-go que ningún otro pugilista mexicano había logrado, convertirse en el campeón mundial de cuatro organismos en la división de los supermedianos, armó un plan que culminará en un enfrentamiento con Plant (21-0, 12 nocauts). Es algo que ningún supermediano ha hecho. Sólo cinco boxeadores lo han conseguido en cualquier categoría desde que la hazaña se tornó posible en 1988.
Para sorpresa del Canelo, ninguno de esos cinco monarcas indiscutibles es mexicano. Álvarez tiene la oportunidad de ser el primero y no piensa fracasar.
(Con información de Ap)