En la carta que envió a su homólogo Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador compromete el apoyo de su gobierno al esfuerzo “que usted encabeza para enfrentar el grave problema del cambio climático”.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional describió, en cinco puntos, las acciones de su administración para enfrentar la contaminación: se reservarán los combustibles fósiles para consumo interno, con la producción no mayor a 2 millones de barriles diarios; la modernización de 14 hidroeléctricas, seis refinerías y la construcción de la nueva en Dos Bocas; el programa Sembrando Vida; reducción de emisiones de metano y, además, no se ha autorizado concesión minera alguna, ni importación o producción de maíz transgénico.
Solicitó a su vocero, Jesús Ramírez, que se proyectara la carta dirigida al presidente estadunidense, por ser promotor de la COP26 y que “tuvo la amabilidad” de que nos visitara su representante, John Kerry: “Como resultado del encuentro que sostuvimos hace unos días en Palenque, Chiapas, con su representante personal, me es grato informarle que el Gobierno de México apoyará el esfuerzo que usted encabeza para enfrentar el grave problema del cambio climático originado por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y de otros contaminantes del medio ambiente”.
El texto fue entregado al mandatario demócrata por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Y explica que “en México seguiremos reservando nuestros combustibles fósiles y sólo extraeremos petróleo y gas para nuestro consumo interno. En tres años hemos destinado presupuesto a la exploración de nuevos yacimientos y durante el tiempo que llevamos en el gobierno es más lo que hemos descubierto en volumen de petróleo que lo que hemos extraído. Hemos actuado de manera responsable. Cuando termine mi administración habremos incrementado las reservas probadas en 300 millones de barriles de petróleo crudo. Sin embargo, nos comprometemos a no extraer más de 2 millones de barriles diarios”.
Destaca el programa Sembrando Vida
Al leer la misiva, comparó el presente con lo sucedido en 2004, en el transcurso del gobierno de Vicente Fox, cuando se extrajeron 3 millones 400 mil barriles diarios, “para los seudoambientalistas conservadores que no nos ven con buenos ojos, es información para ellos y para todo el pueblo”. A su actuar sumó los 38 mil millones de pesos para la rehabilitación de las seis refinerías y la construcción de Dos Bocas, y “no sólo es producir más, sino contaminar menos”.
Por el lado eléctrico, se cambiarán las turbinas en 14 grandes hidroeléctricas, y apuntó a la reforma energética del pasado gobierno, que no permite a la Comisión Federal de Electricidad producir más energía, sobre todo en las hidroeléctricas, que están paradas o subutilizadas y podrían generar más si no se diera preferencia –como sucede– a las empresas particulares, privadas. “Ahora ya hasta Carlos Urzúa salió a defender a Oxxo, al señor Fernández, en el caso de la reforma eléctrica”, y dibujó en su rostro una mueca de desaprobación.
López Obrador explicó a Biden que se conseguirá aumentar las energías renovables no contaminantes de 31.54 a 35 por ciento. Se tiene en marcha “el más importante programa de reforestación del mundo, con Sembrando Vida. México se ha sumado al compromiso global para reducir colectivamente las emisiones mundiales de gas metano, “y no hemos otorgado ni una sola concesión para la explotación de la minería tóxica, tampoco se permite la explotación en el subsuelo por medio del fracking; estamos limitando el uso de agroquímicos y está prohibida la importación y siembra de maíz transgénico”.
Con esos argumentos de por medio, fustigó que, “cuando empiezan en las redes nuestros adversarios a decir que México no quería sembrar, digo, no quería firmar el plan de reforestación, pues era insólito, una desproporción”.