“Veo bien lo que está haciendo la fiscalía, y en este caso también es el Poder Judicial”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la prisión preventiva dictada a Emilio Lozoya, ex director de Pemex.
En la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, se le preguntó si tuvo que ver en el viraje de la Fiscalía General de la República (FGR), que pidió al juez prisión preventiva justificada para el ex funcionario, a lo que respondió: “no, no, yo no doy instrucciones en ese sentido; además, la fiscalía es autónoma”.
Al tocar el tema, de entrada pidió confiar en la FGR y en su titular, Alejandro Gertz Manero, a quien calificó como “un hombre recto, íntegro”, por lo que confía en el él. “No va a simular, permitir la impunidad ni a actuar por consigna; sabe que es un momento histórico el que estamos viviendo; además, repito, es una persona íntegra y ya mayor; estoy seguro de que va a querer terminar el último tramo de su vida –que espero sea largo– con dignidad”, señaló.
El Presidente destacó también la importancia de “castigar a todos los responsables de recibir sobornos” de la constructora brasileña Odebrecht, porque México es el único país donde se “tapó” el asunto, por lo que está bien que ahora se “retome” el caso.
Dijo que esa compañía trabajó en México desde el sexenio de Felipe Calderón –incluso en Los Pinos se formó un consejo para atender los negocios con Odebrecht–, y ahora toca a su administración corregir contratos ventajosos firmados con Pemex, como el relativo al gas metano. Al igual que la española Iberdrola, añadió, había empresas que hacían y deshacían en nuestro país, y controlaban al gobierno, lo cual es vergonzoso.
Por ello, mencionó, “veo bien lo que están haciendo la fiscalía” y el juez del caso, que determinaron “que se quedara ahí el señor Lozoya”.
López Obrador respondió entonces que “nunca, jamás, nunca” ha dado instrucciones ni recomendación alguna al fiscal, ni siquiera contra periodistas que lo han atacado.
Expuso que la anterior es una posición no sólo de dignidad, sino también de principios de ambas partes. “¿Cómo le voy a pedir al fiscal que actúe de determinada forma? Él también, si es un hombre íntegro, imagínense la vergüenza para un presidente que un fiscal, que es autónomo, le diga que no”.
Entonces, destacó, no me expongo a esas cosas; yo soy libre, no establezco relaciones de complicidad con nadie, no me gustan las componendas.
“Imagínense, si yo no tuviera autoridad moral aquí me sobajarían ustedes con razón, me poncharían, no podría batear como hizo Soler”.