Morelia, Mich., Habitantes de la comunidad purépecha de Tarecuato, ubicada en el municipio de Tangamandapio, retuvieron la noche del miércoles varios vehículos que circulaban por la carretera Los Reyes-Jacona e incendiaron sobre la vía un autobús de la línea Occidente para exigir a las autoridades que detengan la ola de violencia en la región, por la cual se dio muerte el martes a 11 personas, entre ellas a seis menores de edad.
Los comuneros se apoderaron de automotores y prendieron fuego al camión de pasajeros alrededor de las 23:30 horas del miércoles. Los inconformes aseguraron que desde hace más de un año el cártel Jalisco Nueva generación (CJNG) y el grupo criminal Los Viagras disputan el control de poblados michoacanos limítrofes con Jalisco, lo que ha traído inseguridad y violencia, incluso en localidades que no tienen relación alguna con actividades ilícitas.
Los habitantes de Tarecuato mantenían bloqueada la vía citada hasta el cierre de esta edición para demandar que se haga justicia y sean detenidos los autores de la matanza. Indicaron que casi todos los delitos que se cometen en esa zona, cercana al municipio de Zamora, permanecen impunes.
De acuerdo con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solís, los 11 asesinados en Tarecuato no tenían vínculos con la delincuencia y se les dio muerte cuando fueron a cosechar miel para colocarla en altares del Día de Muertos a un paraje donde criminales habían instalado un campamento.
A su vez, el gobierno estatal informó el miércoles que la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Policía Michoacán buscan a grupos armados que actúan en los límites entre Michoacán y Jalisco.
En este contexto, líderes comunales de 60 poblados de origen étnico demandaron a la FGE, así como a los gobiernos federal y del estado, que esclarezcan la matanza de Tarecuato, al igual que la desaparición y asesinato de un niño de 11 años del poblado purépecha San Lorenzo, municipio de Uruapan, hechos ocurridos entre el lunes y el martes de esta semana.
El vocero del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, Pável Guzmán, señaló que grupos delictivos han asediado desde hace al menos dos décadas a comunidades purépechas, nahuas, mazahuas y otomíes, en las que han perpetrado despojos, robo de recursos naturales, secuestros y homicidios, sin que se haya hecho mucho por resolver la situación.
“Pedimos que se lleve a cabo una investigación profunda de estos delitos y otros más que permanecen archivados; de lo contrario, comenzaremos a movilizarnos porque no es justo que los pueblos indígenas vivan en la zozobra, además de la marginación”, apuntó el dirigente purépecha.
Los representantes indígenas también exigieron al gobierno estatal que tome las medidas legislativas y administrativas necesarias para el reconocimiento de las rondas comunales, fuerzas de seguridad ancestrales e históricas organizadas por comunidades originarias que constituyen una forma de autogobierno.