Alberto Bailleres, señor feudal de Zacatecas y otras latitudes, ordenó a sus siervos (el gobernador David Monreal y el presidente municipal de la capital zacatecana, Jorge Miranda Castro) y a su bufón (Carlos La Marrana Pavón) permitir y ejecutar, respectivamente, el destrozo del Teatro Fernando Calderón –declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1993–, por el simple hecho de que al zar de la plata le disgustó que en ese recinto cultural se presentara… un libro.
Se trata del mismo señor feudal que en 2015 (por decisión de otros siervos y bufones, priístas y panistas, es decir, los actuales perritos falderos de Claudio X. González) recibió la medalla Belisario Domínguez, por (entre otras cosas, según pretextaron legisladores tricolores y blanquiazules, todos itamitas) “su carácter de impulsor del desarrollo (…) educativo y cultural del país”, y para confirmar que esto último era real el laureado ordenó que las fuerzas de seguridad pública estatales y municipales no intervinieran para que las huestes de La Marrana, por él financiadas, se dieran vuelo a la hora de vandalizar el Teatro Calderón (ubicado a 100 metros de la oficina del gobernador en turno, David Monreal), una obra del siglo XIX también patrimonio de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Zacatecas es uno de los señoríos de Bailleres, y en esa entidad se hace lo que él ordena. A su servicio ha tenido gobernadores (entre ellos los Monreal, Ricardo y David), presidentes municipales, fuerzas de seguridad y, desde luego, infinidad de bufones, como La Marrana (un vividor disfrazado de “líder minero”), y ahora que Gómez Urrutia quiso presentar su nuevo libro ( El triunfo de la dignidad) en el Teatro Calderón el señor feudal tronó los dedos y su servidumbre se puso en acción, poniendo en peligro, también, a los compañeros de La Jornada Zacatecas y de la UAZ, organizadores del encuentro cultural.
Ante la ilegal actitud del señor feudal, el autor de El triunfo de la dignidad, (en el que denuncia y documentan “prácticas corruptas e ilegales utilizadas por algunos empresarios para someter la libertad de los trabajadores”) subrayó que “es una verdadera desgracia que un evento cultural deba ser cancelado por disturbios patrocinados por Grupo Peñoles y su dueño Alberto Bailleres, así como por su marioneta La Marrana, quienes tienen como objetivo mantener a los mineros en un estado de esclavitud moderna, negándoles acceso a condiciones laborales dignas. Se decidió posponer el acto, porque para mí y el sindicato nacional minero el bienestar de nuestros compañeros es de máxima prioridad, como siempre lo ha sido”, e hizo un llamado a las autoridades municipales y estatales a realizar una investigación de lo sucedido ( La Jornada, Alfredo Valadez, corresponsal).
Ayer, Gómez Urrutia anunció que acudirá a la Fiscalía General de la República, en compañía de integrantes de su bancada, para pedir al fiscal Gertz Manero que atraiga la investigación por los “hechos vergonzosos” referidos. “Acompañado por el senador José Narro y una veintena de legisladores de Morena, demandó que la Secretaría del Trabajo suspenda el registro al sindicato que encabeza Pavón, un organismo de esquiroles, golpeadores, porros, promotores de la violencia, de esquilmarle el fruto a los propios trabajadores de la empresa Peñoles, de Fresnillo”.
A su vez, la Mesa Directiva del Senado de la República se pronunció “en contra de las acciones vandálicas cometidas ayer en el Teatro Calderón, perpetradas por una turba. Manifiesta su solidaridad con Napoleón Gómez Urrutia por los lamentables hechos y hace una enérgica condena a los episodios violentos, llamando a mantener el estado de derecho, velando siempre por un estado democrático y por la libre manifestación de las ideas de manera pacífica”.
Ante ello, Gómez Urrutia, dijo: “no puede quedar impune; se trata de un acto fascista, casi de quema de libros, de un grupo de gorilas, golpeadores, porros pagados y enviados por Peñoles, de Bailleres, y el títere que compró, La Marrana Pavón; es bochornoso para México y una vergüenza incluso para la clase empresarial; México no necesita a este tipo de empresarios que lo han saqueado”.
Las rebanadas del pastel
Se transmitió el capítulo pendiente de la telenovela “tortugas cómplices”: Emilio Lozoya finalmente fue enchiquerado. ¿Cuánto tiempo tardará en salir? En vía de mientras ya eligió restaurante de lujo: el del Reclusorio Norte.