Mientras se desarrolla en Glasgow, Reino Unido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), el tótem de origen totonaco llamado Latamat ha llegado también a esa ciudad. Se trata de un símbolo que nació en la región de Papantla, Veracruz, e igual que su autor, Jun Tiburcio, comparte la identidad indígena que mucha gente ha sabido mantener en dicha región mexicana.
Peregrinaje en Reino Unido
Latamat, llamado así por ser el significado en lengua totonaca de la vida, se encuentra en un peregrinaje por diversas ciudades de Reino Unido, su objetivo es difundir un mensaje que contribuya al cuidado del medio ambiente en todo el planeta.
Por eso para Jun era importante que todo el proceso fuese hecho con respeto, por eso, para obtener la madera empleada el artista y su equipo comenzaron por pedir permiso para cortar el árbol. “No podíamos cortar el árbol así nada más, pedimos permiso. Pusimos la vela, el incienso, platicamos con el árbol. y se cortó. Todo eso pensando en el cuidado del medio ambiente que es lo que más nos importa, con lo que está pasando en el mundo es lo que más nos importa”, explicó Tiburcio en entrevista.
En la comunidad de Jun, a pesar de parecer aislada, la gente es consciente de la conexión que tenemos todos con el planeta y del cambio climático que se vive actualmente. “También hay reacciones de la tierra. Los cultivos ya no te dan tanto, o de repente se da mucho, como una gran respuesta del propio campo de cultivo. De repente da bastante sin saber por qué, de pronto llueve, de improviso se seca la tierra. Esas son alteraciones tan bruscas por los cambios de clima, eso antes no pasaba”, explicó el escultor.
Sin embargo, en la región de Papantla también se hacen esfuerzos para contrarrestar el cambio climático. Aunque todavía hay personas renuentes, Tiburcio cuenta que en su comunidad muchos han comenzado a plantar árboles, motivados por programas como Sembrando Vida.
El tótem Latamat tiene alrededor de cinco metros de altura, y cada una de sus secciones fue elaborada por separado, entre Jun y otras cinco personas. En su base hay un guerrero águila, con un sombrero, un pantalón de manta, con dos brazos ofreciendo un collar, “como premio por haber cuidado el planeta o por haber vivido, trabajado, triunfado, por todo lo que el ser humano se merece por vivir bien”, señaló Tiburcio.
Arriba del guerrero águila está una mujer “que representa la belleza de madre, de niña, de esposa, y también la creatividad, porque ella es quien da la vida”, indicó el escultor, “la libertad de vivir, la decisión autónoma de poseer el bien y el mal, la libre resolución de vivir bien, y al final, de la muerte”. La figura porta una túnica prehispánica hecha de metate, con bordados que simbolizan la vida, “así se teje ésta, las células y la buena relación de las personas que vivimos en el planeta”, agregó Jun.
“La escultura tiene dos alas, como si fueran dos banderines, está hecha de una madera muy fina y el viento de Inglaterra las mueve constantemente: la pieza entera como si estuviera volando. Éso es muy fabuloso porque la figura, su imagen, debe volar para todo el mundo por el planeta, y así vuelva en donde la coloquen, eso a mí me mueve el corazón”, detalló el autor.
Tiburcio, quien no pudo acompañar a su obra debido a las dificultades de viaje ocasionadas por la pandemia, ha podido ver, gracias a la tecnología, el buen recibimiento que ha tenido Latamat durante sus viajes. “Veo en los videos que las personas quieren mucho a la pieza, están muy orgullosos por tener esa escultura mexicana en ese país. El tótem es muy apreciado, y eso me hace sentir orgulloso de haber participado”, contó.
Que una escultura diseñada por él haya logrado llegar tan lejos y recibir la energía de tantas personas, ha hecho que Jun se cuestione también su relación con la obra. “¿Por qué esa efigie nació en mi pueblo y se fue a otro lugar? ¿por qué la figura tan bella se fue de aquí? Sólo vino a nacer en Chumatlán y partió a Inglaterra, eso me hace pensar”, reflexionó.
La escultura representa a México
Para Jun, el hecho de que Latamat esté en Reino Unido, en un contexto en que los líderes del mundo discuten las acciones a tomar para cuidar al planeta, es también una forma de representar su identidad, al mismo tiempo que el país. “Entonces esa obra representa a México, es un pedacito nuestro, es un gran tesoro presente en ese lugar; eso también es muy importante para mí”, dijo.
Aunque hubiera querido acompañar a su tótem, el autor se contenta sabiendo que “se ve la pieza que tiene vida, que está muy orgullosa de estar en ese lugar, que tiene una gran fuerza y que mueve el espíritu. Y eso es importante”, indicó.
Latamat concluirá su viaje el 19 de noviembre, en el campus The Crichton. El 20, la pieza tendrá una ceremonia de regreso a la Madre Tierra.