Las autoridades laborales dieron inicio de manera oficial a la segunda etapa del nuevo sistema de justicia en la materia, en el que “no tendrán cabida los interminables juicios laborales, el abuso procesal, la chicana y el coyotaje”.
A partir de ayer, en 13 estados del país –que se suman a ocho de la primera fase– entrarán en funciones el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) y los tribunales laborales adscritos al Poder Judicial Federal, en sustitución de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, que “cerraron sus puertas para recibir nuevos asuntos”.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) señaló que con el nuevo modelo de justicia laboral, el tiempo para resolver un conflicto deja de ser de seis años o más, con un esquema que privilegia la conciliación sobre el litigio.
En la primera etapa, aseguró, 75 por ciento de los casos se han resuelto mediante acuerdos entre las partes en menos de 45 días. De esta proporción, 86 por ciento quedan en la primera audiencia, en los primeros 15 días. En caso de ir a juicio, 25 por ciento se resuelven en 3.5 a 4.5 meses en promedio.
Ante dirigentes sindicales, representantes empresariales, así como el director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, Pedro Américo Furtado, la STPS destacó que el CFCRL asume la función registral de sindicatos y contratos colectivos en todo el país.
La OIT saludó “los trascendentales logros que México ha tenido en la puesta en marcha de esta histórica” reforma.
Los estados donde se pone en marcha esta segunda etapa son Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Veracruz, Quintana Roo e Hidalgo.