Santiago. La militarización de la Araucanía, en el sur de Chile, ordenada por el presidente Sebastián Piñera a mediados de octubre, cobró ayer saldo trágico con la muerte de dos comuneros mapuches a manos de efectivos de la Armada y de Carabineros, durante una refriega en el municipio de Cañete, provincia de Arauco, 635 kilómetros al suroeste de Santiago.

“A esta hora se informa en Cañete de un weychafe (guerrero) muerto en combate y otro gravemente herido, en enfrentamientos contra el ejército que mantiene ocupada la zona.

“Información preliminar señala que el weychafe caído sería del territorio de Huentelolen. Mientras el otro se encuentra en riesgo de muerte y fue trasladado al hospital de Tirúa”, fue la primera información que se conoció en redes sociales del mundo autonomista mapuches.

Una de las víctimas fatales fue identificada como Jordan Liempi Machacan, de 23 años.

El detalle de los sucesos que condujeron a estas muertes, en una zona rural en que pobladores mapuche realizaban una marcha contra la militarización, era desconocido avanzada la tarde; pero la gravedad fue confirmada por la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, junto a otros convencionales mapuches, que responsabilizaron a Piñera.

“Queremos repudiar energéticamente esa política racista, violenta, del Estado que está afectando a nuestra comunidad. La Convención está trabajando en función de instalar la plurinacionalidad, donde se respeten los derechos de las naciones originarias, la legítima defensa del territorio, la autonomía y la autodeterminación por la vía política, no por la represión como lo ha instalado el gobierno”, dijo Loncon.

El convencional Adolfo Millabur, también representante de la etnia mapuche y quien proviene de la zona donde ocurrieron las muertes, explicó que las comunidades indígenas se habían reunido para repudiar la militarización.

“Como convencionales mapuches y de escaños reservados, en tanto el gobierno tomó la decisión de llevar un estado de excepción militarizando la zona, le advertimos que el desenlace más probable iba a ser lo que hoy conocemos. Lamentablemente no escuchó y lo hacemos responsable, así como a las fuerzas militares de la Armada y de Carabineros, de las muerte de estas persona de Cañete”, sostuvo.

El 14 de octubre Piñera decretó el estado de emergencia en las provincias de Malleco, Cautín, Biobío y Arauco, justificando que “es para enfrentar mejor el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado”, al admitir el fracaso de su gobierno en garantizar el orden público en esa región.

Cerca de las 22 horas (local), el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, dio una enredada explicación: habló lo sucedido en una carretera que “fue tomada mucho tiempo por grupos radicales de tinte violento y terrorista”, en la cual ocurrieron dos hechos, uno cerca de las 14 horas y otro cerca de las 18, en un radio cercano; en el primero un patrullaje mixto de carabineros y la Armada fue “atacado con armas de grueso calibre”, acción que fue repelida “con armas de servicio”.

En el segundo, “unos kilómetros más hacia el sur (…), fue atacada nuevamente una patrulla de la Armada con armas de grueso calibre, y en ese contexto también se utilizaron armas de servicio”.

Delgado no reconoció que hubo muertos hasta que la prensa se lo preguntó –admitió dos fallecidos y tres heridos–, pero puso en duda que los decesos hubieran sido causados por los militares, sino que habló de la posibilidad de “fuego cruzado”.

Contradiciendo a Delgado, un testigo comentó a la televisión: “carabineros y milicos nos dejaron pasar, yo iba detrás de un microbús, me cambié al carril de la derecha, yo iba manejando, y un soldado se da la media vuelta y nos dispara a quemarropa, siendo que iba transitando por la ruta; estuve más de tres horas parado para poder pasar, y nos disparan. Adentro iba un compañero y una niña. Yo estaba parado porque Carabineros tenían bloqueada la carretera”.

Candidato con Covid-19

La tarde de ayer el candidato presidencial del izquierdista Pacto Apruebo Dignidad, diputado Gabriel Boric, de 35 años, confirmó que dio positivo a Covid-19 y que comenzaría una cuarentena sanitaria.

La noticia prácticamente acabó con sus posibilidades de retomar las actividades presenciales de campaña, pues los comicios serán el 21 de noviembre.

Boric lidera la intención de voto en las encuestas con 32 por ciento, pero es seguido de cerca por el ultraderechista/pinochetista José Antonio Kast, del Frente Social Cristiano, con 27 por ciento.

Tanto Kast como la candidata democristiana Yasna Provoste, al igual que varios diputados y otros dirigentes que resultaron ser “contactos estrechos” de Boric, anunciaron que también se quedarían en cuarentena.