Ciudad de México. La economía mexicana presenta un retraso en comparación con otras, pues no volverá a los niveles observados previo a la pandemia el siguiente año, sino hasta 2023, de acuerdo con Carlos Díaz de la Garza, director general de Moody’s México.
Durante un foro organizado por la American Chamber of Commerce México (Amcham), Luis Foncerrada, asesor económico del organismo del sector privado, reiteró que el mayor retoes lograr que la inversión pública y privada sea del 25 por ciento con respecto al producto interno bruto (PIB).
Díaz de la Garza dijo que el crecimiento observado en el primero y segundo semestre del año se explicó por el comportamiento positivo de diferentes sectores. “Hemos visto una recuperación gradual de la economía mexicana, pero muy atípica”, apuntó.
Comentó que esos datos y el retroceso de 0.2 por ciento en el tercer trimestre deben verse con cautela. “Nosotros no vemos ese viento tan fuerte para los siguientes trimestres”, puntualizó.
Señaló que en los siguientes meses la aprobación en Estados Unidos del plan de infraestructura de Joe Biden será un motor económico de México.
Dijo que en términos de crecimiento para 2022, el rango oscila entre 3 y 4 por ciento, pero no se debe olvidar que el desplome económico de 2020.
Destacó que para recuperar los niveles observados en 2019, el país tardará hasta 2023, mientras que el resto de las naciones sí llegará en 2022. “México trae un retraso”, dijo.
Foncerrada comentó que la desaceleración observada en el tercer trimestre impactan en las expectativas de crecimiento para este y el siguiente año.
“Cuando pensamos que podíamos crecer más del 6 por ciento, me parece que eso ya es una cifra que no podremos lograr”, apuntó.
Destacó que la variable fundamental que explica el crecimiento es la inversión pública y privada. “La inversión desgraciadamente tiene una importante caída de la que no se recupera, y explicada en buena parte por la inversión pública que también se ha reducido de manera sistemática mes con mes y por supuesto la privada que no tiene complemento de la pública”, comentó.
Señaló que la inversión puede repercutir en más empleos, que es otro reto de México.
Agregó que los niveles de la inflación hacen que el país tenga un escenario preocupante, pues no disminuirá y para el siguiente año se prevé ronde en 5 por ciento, lo cual afecta el poder adquisitivo de la gente y el consumo.
Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) coincidió que alcanzar niveles de inversión del 25 por ciento en proporción al PIB “le daría un dinamismo a la economía y traería mejores elementos de empleo”. Recordó que actualmente es casi 19 por ciento.
Díaz de la Garza enfatizó que debe existir cautela respecto a los cambios a políticas como la reforma eléctrica.
“En la medida en que muchas de esas cosas se vayan resolviendo a lo largo del tiempo, los inversionistas extranjeros podrán tener mayor certidumbre y se podrá atacar desde el tema de inversión”, dijo.
Foncerrada destacó que la inversión requiere reglas de juego claras, Estado de derecho, respeto a los derechos de propiedad, la posibilidad de ejecutar contratos sin ninguna duda.