Ciudad de México. Un día problemático se vivió en Paseo de la Reforma, convertido en circuito de carreras y escenario de marchas de mujeres encapuchadas y repartidores de comida que colapsaron el tráfico, que afectaron a miles de personas que caminaron largas distancias para llegar con retrasos de hasta hora y media a sus destinos.
GALERÍA: Miles observan la carrera de exhibición de 'Checo' Pérez en Paseo de la Reforma.
Más de 62 horas cerraron los carriles centrales de la principal avenida de la capital, desde la puerta de los Leones, pasando por la Diana Cazadora y hasta el Ángel de la Independencia por el espectáculo que montó la escudería del piloto Sergio Checo Pérez, a lo que se sumó la suspensión en el servicio de 10 estaciones del Metrobús.
La adaptación de Reforma empezó antes de las 8 de la mañana del lunes, y por el puente del Día de Muertos los trabajadores de empresas ubicadas en la zona no se enteraron del cierre al tránsito vehicular y la suspensión del servicio de transporte público.
Los 10 kilómetros por hora a los que circulaban los automovilistas contrastaban con el rugir del motor y arrancones del RB7 que manejó a más de 200 kilómetros por hora el mexicano ante 100 mil espectadores, según cifras de la Secretaría de Turismo, que es el mismo número de personas que caben en el Zócalo.
Circuito Interior, Sevilla, Chapultepec, Río Lerma y Hamburgo funcionaron como estacionamientos y las estaciones del Metro de las líneas 1, 7 y 9 nuevamente estuvieron atiborradas de pasajeros que encontraron en ese medio la única opción para llegar tarde a sus destinos.
Aldeir García manejaba a vuelta de rueda por la lateral de Reforma rumbo al Centro, procedente de Toluca: “Es molesto que cierren vialidades por un simple evento deportivo que podrían hacer bien en un lugar adaptado como el autódromo”.
Olivia Ayala, quien trabaja en una oficina cerca del Ángel de la Independencia, fue la voz de quienes padecieron el mismo problema. Con un portafolio, un fajo de documentos, su bolso y otra mochila con el desayuno, exclamó: “¡Está horrible! Tuve que dejar el auto a más de cinco cuadras y venir caminando. No sabía del cierre por el puente, ahora hay que explicar al jefe, llevo 45 minutos de retraso”.
Los trabajadores del IMSS en Reforma y las calles Toledo, Sonora y Durango también sufrieron la misma situación, incluso hubo quienes tardaron hasta hora y media desde el Monumento a la Madre.
Aunque las autoridades capitalinas presumen que actos masivos promueven la reactivación económica, los encargados de establecimientos como restaurantes dijeron que “nos afectan porque son muchos días de cierre de Reforma y la gente que viene a estos espectáculos no consume aquí”.
Los policías de tránsito no lograron desahogar el caos vial. Los más de 900 uniformados desplegados para las labores de vigilancia y seguridad no se dieron cuenta de la movilización que realizaron encapuchadas desde las estaciones Centro Médico e Hidalgo para protestar porque no se les dejó vender.
Un joven que siguió la carrera desde un árbol confirmó que Checo Pérez ya no realizó la cuarta vuelta que tenía programada por la irrupción de las mujeres, que pasaron entre las vallas metálicas y llegaron hasta el Ángel en medio de rechiflas, mentadas y gritos de “¡Fuera! ¡Fuera!” de los asistentes.
Al final, fueron replegadas por los policías y terminaron su protesta en la calle Morelos, frente a las oficinas del Instituto de la Mujeres.
Por si fuera poco, por la noche hubo otra manifestación: un grupo de repartidores por aplicaciones realizaron una rodada para exigir mejores condiciones laborales. Al cierre de la edición seguía cerrado el Paseo de la Reforma.