Guadalajara, Jal. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, surgido de Movimiento Ciudadano, ha contratado créditos con la banca privada que alcanzan 36 mil 72 millones de pesos, lo que representa unos 4 mil 276 pesos por cada habitante del estado, y ha incrementado 55 por ciento la deuda pública desde que asumió el cargo, en diciembre de 2018.

Los datos anteriores aparecen en un informe presentado por el Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción, el cual detalla que la deuda equivale a 2.2 por ciento del producto interno bruto estatal y a 60 por ciento de las participaciones federales; pese a esta disponibilidad de recursos, Jalisco apenas logró generar 2.7 por ciento de los empleos prometidos por Alfaro.

Destaca también la opacidad y la falta de justificación en el uso de los préstamos a corto plazo, que sumaron en poco más de un año más de 2 mil millones de pesos. A lo anterior se suma la lentitud para invertir los 6 mil 200 millones de pesos de la llamada “megadeuda” de largo plazo.

También se ha señalado que el gobierno jalisciense favoreció de manera notoria a BBVA y Banorte en la contratación de créditos entre el primero de mayo de 2020 y el 31 de julio de 2021.

El argumento del mandatario fue que ese dinero serviría para impulsar la economía estatal, dañada por la pandemia de Covid-19, a lo que se suma el crédito por 5 mil 250 millones de pesos que contrató en 2019, supuestamente para obra pública.

El CPS, integrado por académicos y especialistas de la sociedad civil, ha sido fuertemente cuestionado por Alfaro, quien pasó de ser promotor de la fiscalización ciudadana a atacar los señalamientos que se le han hecho, en particular los del Comité de Evaluación y Seguimiento para el ejercicio de la deuda de 6 mil 200 millones de pesos.

Dicho comité recordó que en 2020 a pago de deuda y otros compromisos multianuales se destinaron poco más de 8 mil 484 millones de pesos, incluyendo erogaciones por el arrendamiento de maquinaria pesada del programa A Toda Máquina, que originalmente debió financiarse con el préstamo de 2019.

Además, hay un pago programado por 32.5 millones de pesos para arrendamiento de vehículos blindados, firmado a finales de 2019. El total a cubrir hasta 2013 es de 119 millones de pesos.

Las observaciones destacan que se tienen que pagar 195 millones de pesos por arrendamiento de “vehículos especiales”, como parte de un contrato firmado a mediados del 2020 y que suma 886 millones.

Costo financiero impacta al erario

Los especialistas calculan que las obligaciones contraídas por los dos créditos de largo plazo contratados por Alfaro ya comenzaron a mermar el erario, pues en 2021 se tendrían que pagar 3 mil 299 millones de pesos contra 2 mil 691 millones en 2020 por ese mismo rubro. La mayor parte de estas erogaciones se destinan al pago de intereses y comisiones.

El comité de Evaluación y Seguimiento, encabezado por Augusto Chacón, afirma que la deuda como proporción de las participaciones federales creció en 12.4 puntos porcentuales entre 2020 y 2021, lo que comparado con el promedio nacional es muy alto, pues la proporción aumentó en 4.8 por ciento.

En el más reciente reporte del comité se reveló que, en la ejecución de la “megadeuda” adquirida el año pasado, hasta agosto de 2021 se habían generado apenas 2.7 por ciento de los empleos estimados, en gran medida por la lentitud con que se han ejercido los recursos y la disminución de la inversión en obra pública.

En el informe, Chacón dijo que el crédito no cumplió las expectativas porque “se esperaba más, que hubiera más empleo, por supuesto, pero viendo los datos y el desempeño de la economía –recordemos que desde 2019 la economía del país ya no estaba sana–, por supuesto esperábamos que el crédito rindiera más”.

El análisis también incluye los préstamos quirografarios de corto plazo, para los cuales el gobernador no necesita la autorización del Congreso, y que fueron contratados durante 2020 “bajo el argumento de insuficiencia de liquidez”.

La revisión, que descubrió “falta de información”, incluyó seis créditos, cinco de ellos quirografarios y el otro de cadenas productivas por un total de 2 mil 300 millones de pesos, de los cuales 43.48 por ciento se contrató con Banorte, 26.09 con BBVA, 21.74 con Santander y 8.7 por ciento con Scotiabank.

El endeudamiento del año pasado, por 6 mil 200 millones de pesos, favoreció a BBVA, que prestó 48.39 por ciento de esa suma, seguido de Citibanamex, con 27.42 por ciento, y en tercer lugar Banco del Bajío, con 24.19 por ciento.