Los migrantes de América Latina que radican en Estados Unidos optaron por cambiar de ocupación hacia sectores necesarios durante la pandemia, lo que contribuyó a que las remesas se incrementaran durante la crisis sanitaria y no disminuyeran en la región como se estimaba, dijo René Maldonado, coordinador del programa de remesas e inclusión financiera del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla).
En un analisis titulado Las remesas a Latinoamérica y el Caribe en 2020, el especialista destacó que el flujo migratorio negativo, así como el desempleo de los latinoamericanos y caribeños en Estados Unidos, configuraron un panorama en el que los migrantes no hubieran podido mantener sus ingresos ni el envío de recursos a sus familiares.
“Sin embargo, los cambios de ocupación de los migrantes, hacia sectores necesarios durante la pandemia, lograron aminorar los efectos de la crisis sobre el empleo, lo cual aunado a los apoyos que ofreció el gobierno y que llegaron a muchos de los migrantes, les permitió mantenerse y seguir enviando, e incluso creciendo las remesas”, destacó.
Contrario a las estimaciones de principios de la pandemia, que preveían una reducción de 20 por ciento en el flujo de remesas para 2020 en América Latina, el año cerró en 101 mil millones de dólares, un crecimiento de 8.2 por ciento respecto a la suma reportada en 2019.
Para Maldonado, el monto de 2020 reflejó los esfuerzos que realizaron los migrantes por mantener el apoyo a sus familiares, sobre todo en tiempos de necesidad apremiante como provocó la crisis sanitaria, y es, como ocurrió durante la crisis financiera de 2009, una nueva confirmación de la resiliencia y compromiso de los migrantes de latinoamérica por contribuir a la calidad de vida de sus personas cercanas.
En lo que respecta a México, el especialista del Cemla recordó que en 2020 las remesas ascendieron a 40 mil 600 millones de dólares, el monto más alto desde que hay registro para un año completo; cantidad que representó 40 por ciento del flujo total de la región.
El lunes, el Banco de México dio a conocer que de enero a septiembre de 2021 los envíos de dinero por parte de los migrantes mexicanos ascendió a 37 mil 333 millones de dólares, monto 24 por ciento superior al del mismo periodo del año pasado, con lo que se alcanzó una suma sin precedente para un lapso similar.
El análisis del Cemla estima que el flujo de remesas de México cierre el año en un rango de entre 46 mil 700 y 48 mil 500 millones de dólares. No obstante, hay instituciones que pronostican que concluirán en alrededor de 50 mil millones.
Detrás de estas cifras, dijo Maldonado, está la recuperación del empleo, pues en 2020, como consecuencia de la pandemia, la ocupación de los trabajadores presentó una severa contracción en marzo y abril, pero inició una gradual recuperación a partir de mayo.
Así, de mayo de 2020 a junio de 2021, el nivel de empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes se incrementó de manera acumulada en un millón 260 mil 793 puestos y en 21.9 por ciento con relación al nivel observado en abril de 2020.