Madrid. Partículas de plástico, transportadas por el viento desde ciudades como París, Londres y Fráncfort, fueron detectados por primera vez en el Observatorio Sonnblick a gran altitud en los Alpes.
Los investigadores originalmente buscaban ciertas partículas orgánicas; sin embargo, encontraron nanoplásticos por casualidad, descubriendo un nuevo método para detectarlos. La investigación se publica en Environmental Pollution.
Los investigadores buscaban partículas orgánicas tomando muestras de nieve o hielo, haciendo que se evaporaran y luego quemando el residuo para detectar y analizar los vapores.
“Nuestro método de detección es un poco como una nariz mecánica e, inesperadamente, olió a plásticos quemados en nuestras muestras”, explicó en un comunicado Dusan Materic, principal autor del estudio.
El aparato detectó el olor de varios tipos de plástico, principalmente polipropileno y tereftalato de polietileno.
Las partículas de plástico detectadas resultaron tener un tamaño inferior a 200 nm, aproximadamente una centésima parte del ancho de un cabello humano. Eso es significativamente más pequeño que las halladas en estudios anteriores. “Con este método, somos el primer grupo en cuantificar los nanoplásticos en el medio ambiente. Debido a que los altos Alpes son un área muy remota y prístina, nos sorprendió encontrar una concentración tan alta de ese material allí”, señaló.