Alrededor de mil millones de niños, cerca de la mitad de todos los menores del mundo, viven en 33 países clasificados de riesgo climático extremadamente alto, aseguró ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y advirtió: “los líderes mundiales en la COP26 tienen una oportunidad importante y urgente de reconducir el terrible camino en el que nos encontramos.
“La COP26 debe ser la COP de los niños”, destacó Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef.
Agregó que “aunque las perspectivas son nefastas, los líderes mundiales en la COP26 tienen una oportunidad importante y urgente de reconducir el terrible camino en el que nos encontramos. Pueden hacerlo comprometiéndose a aumentar la capacidad de los servicios de los que dependen los niños, y reduciendo las emisiones de forma más rápida y significativa. El futuro de miles de millones de niños depende de ello”, emplazó.
Unicef indicó que las generaciones actuales y futuras de niños tendrán que navegar por un futuro incierto en el que el actual modelo de crecimiento, que vincula el desarrollo económico con la explotación medioambiental, ya no es viable.