Lagos. Un edificio de departamentos de 21 pisos que se construía en una acaudalada zona de la ciudad más grande de Nigeria se derrumbó ayer, con saldo de al menos seis muertos y muchos desaparecidos.
El jefe de la policía de Lagos, Hakeem Odumosu, confirmó las muertes, aunque añadió que tres sobrevivientes fueron sacados de los escombros luego del derrumbe, ocurrido en la zona de Ikoyi.
Añadió que la operación de rescate involucró a militares, ya que su escala “supera las capacidades de los servicios civiles”.
El albañil Eric Tetteh, de 41 años, relató que equipos de construcción esperaban que una excavadora llegara al sitio cuando el edificio se vino abajo de repente.
“Mi hermano y yo escapamos, pero más de 100 personas están ahí, bajo los escombros”, declaró a la agencia de noticias Ap.
Otros reportes dieron cuenta de que en el momento del derrumbe se encontraban en el inmueble unas 50 personas, entre ellas el propietario del edificio.
Al llegar al sitio, el vicegobernador de Lagos, Obafemi Hamzat, fue recibido por una multitud que acusaba a las autoridades de tardar demasiado en empezar las tareas de rescate.
“En el transcurso de las primeras dos horas luego de que colapsó el edificio nadie vino”, le reprochó uno de los trabajadores.
Los albañiles señalan que el rascacielos llevaba ya dos años en construcción. Se desconocen las causas del colapso.
Con frecuencia se derrumban edificios en Nigeria debido a que algunos propietarios y desarrolladores inmobiliarios no acatan estrictamente las leyes y los reglamentos de planificación y construcción de las viviendas, que son levantadas con prisas para que las compañías del ramo puedan satisfacer la amplia demanda. En la mayoría de los casos se colocan pesadas cargas sobre los edificios y a menudo se utilizan materiales de baja calidad.