Marib. Al menos 22 personas murieron –incluidos varios niños– y 19 resultaron heridas en Yemen, durante un bombardeo al sur de la ciudad de Marib, escenario de cruentas batallas, informaron ayer funcionarios que responsabilizaron a rebeldes hutíes.
El ministro yemení de Información, Muammar Iryani, anunció poco antes en Twitter que 29 personas habían fallecido en el bombardeo que afectó una mezquita en el sector de Al Jawba.
“Esta masacre forma parte de una serie de asesinatos de la milicia terrorista”, añadió.
Los hutíes, que no reaccionaron en un principio a las acusaciones, buscan conquistar la ciudad de Marib, cabecera de la provincia del mismo nombre y último bastión del gobierno en el norte del país.
El jueves pasado 13 personas, incluido un niño, fallecieron por el impacto de un misil dirigido contra la casa de un jefe tribal en el sur de Marib, de acuerdo con una fuente militar del gobierno, que también acusó a los rebeldes.
La batalla de Marib, que empezó en febrero, se intensificó en las últimas semanas, lo que lleva a los rebeldes a afirmar que han avanzado.
La coalición militar dirigida por Arabia Saudita, presente en apoyo al gobierno de Yemen desde 2015, asegura el apoyo aéreo de las tropas terrestres, que buscan rechazar la ofensiva rebelde en Marib.
Para los rebeldes, la toma de Marib sólo es “cuestión de tiempo”, afirmaron la semana pasada.
Desde hace casi un mes, la coalición de gobierno asegura casi a diario que ha causado importantes pérdidas a los rebeldes gracias a los ataques aéreos, pero los balances de víctimas no pueden ser verificados de forma independiente.
Los hutíes, que son apoyados por Irán, apenas hablan de sus bajas en los combates. Una fuente militar del gobierno aseguró que 18 rebeldes fueron abatidos en un ataque nocturno lanzado por la coalición encabezada por Arabia Saudita en Al Jubah, al sur de Marib.