Como todos los años, desde hace más de una década, esta sección presenta sus calaveras, cuyo autor es el profesor Benjamín Cortés Valadez.
Helguera
Hoy la muerte chapucera en lugar de darnos risa de cruel se le sataniza pues nos dejó sin Helguera que tan admirado era por sabias caricaturas de políticas figuras y todos sus desaciertos; para honrarlo el Día de Muertos, aquí están sus sepulturas:
Beatriz Gutiérrez Müller
Sabiéndola historiadora la interroga ante fiscales: –“¿Robos de neoliberales cometidos hasta ahora?” –“Son sin cuenta” –rememora; y la muerte sorprendida ante la suma reunida que ha podido recabar, urgiéndola a continuar la deja seguir con vida.
Andrés Manuel López Obrador
La huesuda confundida diciendo tengo otro dato en vez de ser el mandato le va a revocar la vida y él ante la cruel medida de lástima, Margarito, verbalmente y por escrito a oposición decepciona pues le dice a la pelona: “Lo que diga mi dedito”.
Claudia Sheinbaum
Al ver que en la capital Claudia reponía derechos que quedaron tan maltrechos, la parca la hizo rival: “Le armaré su funeral, ¿cómo que equidad fomenta?”, pero fue mayor su afrenta por sus mortales intentos cuando oyó el grito de cientos: ¡Presidenta! ¡Presidenta!
Marcelo Ebrard
Marcelo ya era carnal desde antes que los magnates por votos se hicieran cuates de los pobres por igual y así el canciller, triunfal, después de ser destapado no contaba que su hado sería irónico en exceso pues se le vio en su deceso en un ataúd dorado.
Tatiana Clouthier
Del ocaso de los seres y de una buena gestión se escucha en una ocasión plática entre dos mujeres que comprenden sus deberes: dice Tatiana: “Si inerte, bienvenida seas tú, muerte”. y ésta le contesta, ufana: “Llega al 24 sana, la economía está más fuerte”.
Rocío Nahle
La muerte huachicolera dijo al mirar a Rocío: “Su honestidad no es lo mío” y quiso ponerse fiera pero fue larga su espera y sus intenciones locas porque ella fiel como pocas puso cero a su falsía y desplegando energía se le escondió allá en Dos Bocas.
Felipe Calderón
Se fue a Glasgow confundido, pensó en veintitantas copas pero no era de eso y ¡sopas! quedó crudo y bien dormido; la flaca ahí le hizo el nido pa’ que no ande de metiche y en cualquier lugar no fiche; tuvo al final compasión pues le puso en su cajón su tequila de fetiche.
Ricardo Monreal
Tras “yo seré candidato aunque no sea con Morena” la cosa se puso buena pues la flaca de inmediato se lo echó todito al plato al grillar por la ciudad; y para honrar la verdad fue epitafio el instrumento pues le escribió en el cemento: “Murió por lesa lealtad”.
Reyes Rodríguez
En un fúnebre carruaje ya va Reyes suda y suda encanijó a la huesuda por su pésimo lenguaje; desquitando su coraje al abrirle su agujero y tras estertor postrero lo dejó por fin sin vida gritándole en despedida: “¡Ya aquí te me estás, …ulero!”
Lorenzo Córdova
Por pedir gran presupuesto a un pueblo hundido en pobreza la calaca lo hace presa con un rencor manifiesto y ya es vacante su puesto; después de muchos gemidos más pesares no fingidos, en su lápida un letrero: “Adiós ceguera y dinero. Con nostalgia: los partidos”.
Santiago Nieto
“Zapatero a tus zapatos” dijo en rechazo a la silla; “Uno menos en la grilla”, pensaron precandidatos pero a la parca estos tratos la tienen despreocupada y ya reduce a la nada al zar anticorrupción; prianistas por esta acción le dan ovación cerrada.
Claudio X. González
Tras de los fans de Morena paseaba con lista negra la flaca al verlo se alegra de que llega la hora buena para efectuar su pepena: sin oír su controversia de mandobles va una tercia después tieso lo echa al hoyo; ya de él el único rollo es del papel que comercia.
Carlos Slim
La muerte con unos pernos le provoca el primer roce: desplome de línea doce lo remite a los infiernos; él al final gestos tiernos tiene con toda la raza pues de nuevo el Metro pasa y se termina el calvario; se escucha en su novenario: Es cortesía de la casa.
Lilly Téllez
Veleidosa inconsistencia: cual cambiaba de vestido así lo hacía de partido, ¿principios? Nula existencia y aparte su virulencia: “Es justo que ya sucumba” y la flaca la derrumba no obstante grito rejego: “La ataré con nudo ciego, no sea que cambie de tumba”.
Silvano Aureoles
Silvano está en la antesala del infierno llora y llora y es que llegada la hora de su muerte triste avala que la prepotencia es mala porque tal fue su gestión con narco y con represión y hoy que ansía ser calentado ve que hasta ahí es reservado el derecho de admisión.
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