La victoria de Jackie Nava ante Mariana Juárez fue la reivindicación de las mujeres en dos décadas de esfuerzo y sacrificio en el boxeo. Un trayecto difícil e ingrato muchas veces, considera la ex campeona mundial Yéssica Kika Chávez.
Fue necesario abrirse camino contra prejuicios y rechazos de los propios compañeros de oficio, entrenadores, promotores y hasta del público. Ha sido una lucha permanente contra la precariedad laboral y la inequidad salarial, admite Kika, pues dos décadas después aún son maltratadas con los pagos.
“El triunfo del sábado pasado de la tijuanense es el desenlace de una narración hecha con las historias de todas las que hemos trabajado en esos 20 años en el boxeo”, resume Kika, una peleadora que se asume de la generación posterior a las pioneras del pugilismo en México.
“Fue una obra de arte lo que hizo Jackie”, comenta emocionada Kika; “es la mejor boxeadora de la historia en México, quedó claro; ver a una peleadora en esas condiciones y con esa técnica tan depurada es un mensaje de disciplina, coraje y amor. Un legado para todas las que estamos en este deporte”.
Kika recibió un nuevo empuje de inspiración con la exhibición de Jackie Nava. La de Tijuana, a los 41 años, no sólo dominó toda la pelea a otra histórica como Mariana Juárez, sino que además desplegó un trabajo en el ring sofisticado.
“Cuando empezó el boxeo femenil en México, criticaban la calidad que tenía”, recuerda Kika; “Jackie fue la primera que alcanzó ese grado de excelencia, de lograr un boxeo tan técnico y bonito que sirvió de ejemplo para las que le seguimos”.
La pugilista mexiquense celebra también la evidencia de una evolución de la rama femenil. Pasó de ser una disciplina en la que las mujeres querían ingresar por derecho y probar suerte, a un territorio conquistado. Un trayecto, sin embargo, con cuentas pendientes. La más importante, por ahora, es mejorar los salarios.
En un oficio donde las sumas que ganan los boxeadores son el resultado en una negociación entre promotores, cifras nunca públicas, lo que se paga a las peleadoras puede ser tan poco que a veces no alcanza ni para solventar los gastos de una preparación.
Desde hace años se discute si existe algún ídolo popular en el boxeo mexicano. El puesto se lo rebaten al Canelo Álvarez, el más exitoso, pero también muy criticado. Ese lugar, desde la lectura de Kika, una peleadora en activo, debería pertenecer a una mujer ejemplar como Jackie Nava.
“El lugar de ídolo que discuten si merece o no el Canelo Álvarez, debería ser de Jackie Nava sin dudarlo. Esa dignidad y orgullo que muestra Jackie nunca lo ha mostrado el Canelo en ninguna de sus peleas. Después de todos estos años, ella debería ser la primera mujer en ser un ídolo del boxeo mexicano”.