Ciudad de México. Con saldo blanco y una afluencia de más de 81 mil personas concluyó este lunes el operativo de seguridad implementado en los 120 panteones civiles, públicos y privados de la ciudad, donde la gente acudió a recordar a sus difuntos, aunque a diferencia de antes de la pandemia, no hubo filas para ingresar y quedaron atrás las aglomeraciones, así como “la comida que disfrutábamos juntos con música”, al prohibirse el ingreso de alimentos y grupos musicales.
Sin embargo, la música de mariachi, banda, tríos o de cumbias, no faltó, pero ahora provino de los teléfonos celulares de las familias, parejas o personas solas que, con cubetas, palas, escobas, botes y jabón acudieron a limpiar las tumbas y colocar flores.
El aumento en el precio de los ramos de cempasúchil, nube, margaritas, rosas o alcatraces “a más del doble” provocó que la gente gastara entre 200 y 600 pesos para llevarles “unos ramitos”, comentaron entrevistados.
Otros las sustituyeron por globos con imágenes alusivas al Día de Muertos o papel picado, así como adornos de listones, porque “no hubo para más, entre que no hay empleo tuvimos que pagar los pasajes y todo está más caro, ya nos quedamos sólo con el dinero de regreso”.
La afluencia en los panteones civiles de Dolores y Xoco fue poca, pero “constante durante el día, aunque lo fuerte será este 2 de noviembre, cuando la gente se dejaba venir antes del coronavirus y confiamos en que será lo mismo”, estimaron trabajadores.
El ofrecimiento de sus servicios para acarrear agua o limpiar las tumbas por 50 o 100 pesos “no surtió efecto porque muchos aprovecharon el puente y se vino toda la familia a limpiar las tumbas de sus difuntitos, y nos dejaron sin chamba”.
María Esther Velasco señaló que desde hace 18 años acude a la tumba de su mamá, con excepción del año pasado, cuando no abrió el panteón Dolores por el coronavirus; al igual que Joel y su esposa para “visitar a nuestros padres que ya están descansando”.
Para la familia Gómez es una tradición acudir cada Día de Muertos a ver a su abuelita y “ponerla al día sobre lo que les ha pasado”; así como para Lorena y su prima, quienes con un disfraz de una serie de animé acompañaron a su mamá a dejarle flores a su abuelito.
Acudir al panteón “en estos días es una tradición más arraigada en los viejos, quienes aún enfermos, en silla de ruedas o con bastón, aquí estamos para convivir con quienes se nos adelantaron”, expresaron a su vez los integrantes de la familia Fernández.
La alcaldesa de Tláhuac, Berenice Hernández, informó que los panteones de San Andrés Mixquic y San Pedro operarán con un horario abierto este lunes y martes, aunque a 80 por ciento de su capacidad y con las medidas sanitarias para evitar contagios de Covid-19.
Al igual que en el resto de los panteones, como los de Iztapalapa, personal obsequiaba gel antibacterial y solicitaba que se portara el cubrebocas para ingresar, y eran vigilados por algunos de los 7 mil 400 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que participan en el operativo de seguridad, prevención y vialidad.