En México, la violencia contra las mujeres se ha recrudecido durante la pandemia por Covid-19; muestra de esto es el incremento de las llamadas de emergencia al 911. En marzo de 2020, cuando inició el confinamiento, se registraron 26 mil 171 reportes y en mayo de este año, 27 mil 751, señaló Ana Celia Chapa Romero, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Apuntó que esta situación impacta la salud mental y puede manifestarse en depresión, ansiedad, estrés postraumático o abuso de sustancias, entre otros aspectos. Mencionó estadísticas sobre el aumento de los presumibles delitos de feminicidio en el país: en 2015 se registraron 412, en 2020 sumaron 946 y de enero a julio de este año son ya 672, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La especialista en Género, Sexualidad y Salud explicó que son diversos los estudios y encuestas que han medido las afectaciones de la violencia en la salud mental de las mujeres. Por ejemplo, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 del Inegi, efectuada en 142 mil 363 viviendas de todo el país, en la que 66.1 por ciento dijo haber vivido al menos un incidente de tipo emocional, económico, físico, sexual o discriminatorio en su vida.
En tanto, 64.3 por ciento señaló que sufrió agresión física o sexual de su pareja. De este universo, 82.5 por ciento experimentó tristeza, aflicción o depresión; 49.3 por ciento, angustia o miedo; y 45.8 por ciento problemas nerviosos. Además, 34.3 por ciento también presentó pérdida o aumento de apetito y 32 por ciento, insomnio.
Durante la conferencia a distancia Violencia de género y salud mental en tiempos de Covid-19, la especialista indicó que la salud mental es un estado de bienestar que para alcanzarlo se requieren diversas acciones y estrategias como asegurar que los servicios de atención y respuesta se consideren esenciales durante la pandemia, así como eventuales emergencias sanitarias y fortalecer su identificación y atención en el sector salud.
Además, reforzar el financiamiento de refugios, albergues y casas de acogida para mujeres que enfrentan alto riesgo, así como garantizar que puedan acceder a servicios sicosociales, terapias, asesoría legal gratuita mediante líneas telefónicas o canales virtuales sin costo. También son necesarias, dijo, campañas dirigidas a hombres que promuevan trabajo y relaciones equitativas en el hogar, así como hacer más investigaciones sobre el papel de las mujeres en las crisis sanitarias, ya que menos de uno por ciento de los estudios académicos posteriores se han dedicado a estudiar este impacto.