México llamó a los países más desarrollados del mundo a “tender una mano solidaria” para que las naciones que enfrentan dificultades económicas, sobre todo tras la pandemia de Covid-19, puedan cumplir sus metas contra el cambio climático.
Durante la Cumbre de Líderes del G-20, el canciller Marcelo Ebrard urgió a que los dirigentes de las economías más desarrolladas cumplan su promesa de liberar y entregar 100 millones de dólares anuales (que se debió realizar desde 2020 y hasta 2025) para que los países en desarrollo reduzcan sus emisiones contaminantes.
En el segundo día de trabajos de este cónclave, que se realizó el fin de semana en Roma, Italia, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) participó ayer, a nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las sesiones sobre cambio climático y desarrollo sostenible.
Al final, el canciller ofreció una conferencia desde la sede de la embajada de México en Italia –que se transmitió vía virtual– en la que delineó los alcances de la reunión y los temas planteados por la delegación mexicana. Reiteró la necesidad de aprobar todas las vacunas contra el Covid-19, pues de lo contrario no se alcanzará la meta del G-20 de una cobertura de 70 por ciento mundial en 2022.
Durante la sesión sobre cambio climático –que coincidió con el comienza, ayer en Escocia, de la COP26– planteó la posición aprobada en la reciente reunión de la Celac para alcanzar sus objetivos en torno a la mitigación del cambio climático, pero al mismo tiempo hacer frente a la adaptación, ante las crisis económicas amplificadas por la pandemia.
Ebrard reconoció el esfuerzo de diversas naciones en materia de adaptación al cambio climático, pero enfatizó que los países más desarrollados deben actuar con sentido de justicia ante los de menos recursos.
Destacó los compromisos de México de reducir sus emisiones y detalló los alcances de Sembrando Vida, “el programa de reforestación más grande del continente”, en el que colaboran 400 mil personas.
En el punto de desarrollo sostenible, resaltó que el tema migratorio se haya incluido en la declaración final, pues se ha incrementado en América Latina y el mundo debido al Covid-19. Agregó que México, Estados Unidos y Centroamérica trabajan para dar respuestas al fenómeno en la región.
Sobre la vacunación anti-Covid, insistió en la necesidad de que todos los biológicos sean aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por las naciones que no los reconocen.
“Es contradictorio querer vacunar a 70 por ciento de la población –como acordó el G-20– si el número de vacunas aprobadas no alcanza para llegar a ese objetivo”, enfatizó en la rueda de prensa.
Dijo que habló con el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sobre la importancia de acelerar el aval a antígenos usados en decenas de países, como el ruso Sputnik V y el chino CanSino. El retraso –le explicó el etíope– se ha dado por procesos técnicos y no por criterios políticos.
En su agenda de ayer, el canciller tuvo varias reuniones: participó en un encuentro sobre cadenas de suministro convocado por el presidente estadunidense Joe Biden; asistió a una cena ofrecida por el primer ministro de Italia, Mario Draghi, a los jefes de delegación del G-20, y acordó una visita de una misión comercial italiana a México el próximo año, entre otras actividades.