Roma. “Hemos tenido un G-20 razonable, pero queda un enorme camino por recorrer”, dijo ayer el premier británico, Boris Johnson, al concluir la cumbre en Roma con una declaración a favor del multilateralismo como piedra angular en la lucha contra el cambio climático, la recuperación económica y la consolidación de la campaña de vacunación mundial contra la pandemia, aunque sin propuestas concretas de cara al gran objetivo del encuentro: la limitación del calentamiento global a 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
VIDEO: El G20 acuerda fijar un techo de 1.5° para el calentamiento global.
Mantener al alcance esta meta “requerirá de acciones significativas y eficaces, así como el compromiso de todos los países, teniendo en cuenta diferentes enfoques”, señala la declaración final, que deja en manos la consecución de este objetivo y otros más de acuerdo con las circunstancias nacionales.
“Reafirmamos nuestro compromiso en la implementación plena y efectiva del Acuerdo de París, tomando acciones de mitigación, adaptación y finanzas durante esta década crítica, atendiendo al mejor conocimiento científico disponible, reflejando el principio de responsabilidades comunes, pero en función de las responsabilidades diferenciadas y las capacidades respectivas, a la luz de las distintas circunstancias nacionales”, indicaron.
Agregaron que dedicarán esfuerzos a alcanzar la neutralidad de carbono, lo que se traduce en la práctica en emitir la misma cantidad del compuesto a la atmósfera de la que se retira por distintos procesos de absorción, en un plazo ambiguo en torno a “mediados de siglo”.
Johnson, anfitrión de la cumbre climática en Escocia, que comenzó ayer, comentó que en Roma “no hemos situado en una posición razonable para la COP en Glasgow, pero va a ser muy difícil en los próximos días”.
Mario Draghi, quien recibió a los líderes en Roma, advirtió que “se nos juzgará por lo que hagamos, no por lo que firmemos”, y resaltó que uno de los éxitos allcanzados fue “dejar atrás el carbón” con el cese de financiamiento de las centrales en 2021.
Para el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, la declaración final dejó “insatisfechas” sus expectativas en la lucha contra el cambio climático, aunque tampoco quedaron “enterradas”.
El mandatario estadunidense, Joe Biden, defendió los resultados “tangibles” de la cumbre en cuestiones como la pandemia y la lucha contra el cambio climático, al afirmar con esto se demostró el “poder de Estados Unidos cuando se compromete”.
Aprovechó para criticar a Rusia y China, cuyos mandatarios Vladimir Putin y Xi Jinping, participaron por videocoferencia, al señalar que “no se mostraron” cuando se trató de “adoptar compromisos sobre el clima”.
Xi pidió a la comunidad internacional que adopte acciones concretas sobre el cambio climático y los problemas energéticos.
En todo caso, el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, y su par chino, Wang Yi, sostuvieron un encuentro para distender las relaciones, en lo que fuentes estadunidenses describieron como conversaciones cándidas, constructivas y productivas.
Acciones por los desfavorecidos
En la introducción de su declaración, líderes del G-20 subrayan el papel fundamental del multilateralismo en la búsqueda de soluciones compartidas y eficaces y acordaron “fortalecer aún más nuestra respuesta común a la pandemia y allanar el camino para una recuperación mundial, prestando especial atención a las necesidades de los más vulnerables”.
La atención a los más desfavorecidos ocupa buena parte de la declaración, en la que el G-20 se reafirma en el compromiso adquirido por los países desarrollados para movilizar 100 mil millones de dólares anuales de aquí a 2025 en una reserva capital para ayudar a los países pobres y menos contaminantes a adaptarse al cambio climático y evitar sus consecuencias, cifra que podrá ser revisada cada año.
No queda claro de qué manera se financiará el fondo, aunque los líderes del G-20 instaron a los grandes organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional a “apoyar la transición energética y sostenible de los mercados emergentes y las economías en desarrollo” y poner en marcha planes para movilizar financiación privada en línea con la agenda de desarrollo sostenible de la ONU. Se trata de una reivindicación histórica que ya fue aprobada durante la COP21 de París en 2015.
Los líderes del G-20 se comprometieron a seguir fomentando la recuperación, sin abolir de manera prematura las medidas de apoyo. “Al mismo tiempo, preservaremos la estabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal a largo plazo y salvaguardaremos contra los riesgos de la caída y las repercusiones negativas”, destaca el documento.
Sin cambios en patentes
Los países del G-20 acordaron adoptar medidas para asegurar la producción y la distribución rápida y equitativa de las vacunas a nivel global, sin mencionar cambio alguno en lo que respecta a las patentes de los fármacos.
A los acuerdos hay que agregar la ratificación el sábado del respaldo al impuesto mínimo a las multinacionales de 15 por ciento tras años de conversaciones y con un doble objetivo: impedir que las grandes trasnacionales desvíen sus beneficios a países considerados paraísos fiscales; y abordar la naturaleza digital del comercio internacional al gravar a las compañías en los lugares en los que operan, en lugar de aquellos países donde declaran sus beneficios.
Unos 50 activistas de Climate Camp bloquearon calles aledañas de la sede del encuentro y varios de ellos se encadenaron a las puertas del Foro de Trajano, con carteles en que se leía: “crisis climáticay ecológica, los gobiernos fracasaron.
El G-20 reúne a Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, que representan 80 por ciento de la economía global, dos terceras partes de la población mundial y 75 por ciento del comercio internacional.
Encuentros paralelos
Al margen de la cumbre, en la cual la saliente canciller federal alemana, Angela Merkel, fue despedida con una gran ovación, el presidente francés, Emmanuel Macron, y Johnson se reunieron en privado para tratar de resolver una disputa sobre la pesca en el Canal de la Mancha, pero no lograron zanjar sus diferencias.
La disputa, derivada de la salida británica de la Unión Europea, se centra en las licencias pesqueras otorgadas a embarcaciones en aguas británicas. El desacuerdo podría desembocar en un bloqueo francés a los buques pesqueros británicos.
Johnson y Macron se reunieron por unos 30 minutos y tras el encuentro, un funcionario francés afirmó que ambos coincidieron en la necesidad de comunicarse “en una situación de importantes tensiones” y que deben tomarse medidas “lo más pronto posible”.