La pandemia llevó al mexicano Enrique Ferrer a un cambio de vida, y de sólo correr en las categorías mexicanas, como piloto maduro a sus 42 años se trasladó con su familia a Estados Unidos para probarse en la Gulf Coast Racing Series, una categoría divisional de Super Trucks de la serie Nascar, en la que marcha cuarto en el campeonato.
Ferrer admite que ha enfrentado las resistencias que suelen imponer los grupos de pilotos cuando llegan otros, sobre todo si son latinos, pero afirma que “es un respeto que me tengo que ganar en la pista”.
Asegura que hasta ahora se ha adaptado bien a la categoría y es uno de los rivales a vencer. “Estoy muy contento de conocer algo nuevo; la experiencia es un cambio total, vivo en otro país, nos estamos adaptando con mi familia. Al principio, me costó trabajo engancharme con el manejo del vehículo y con las pistas, pero ahorita ya me siento mucho mejor, y es por eso que ahora tengo muchas ganas de demostrarme y demostrarles a todos que podemos andar muy bien y lograr un buen resultado”, señaló el piloto en entrevista telefónica.
Sobre su traslado al país vecino, el piloto que había ganado en México el campeonato de TC200 de la Copa Notiauto, habló de la decisión de ir a probar fortuna más allá de las fronteras nacionales.
“Fue la pandemia, porque me hizo replantearme muchas cosas, creo que, como a mucha gente, esos meses de encierro, además, siempre había tenido ese objetivo de correr fuera de México, por lo que empecé a buscar oportunidades, y todo se empezó a dar de buena manera, así que estoy contento porque he sido muy bien recibido en el equipo”, afirmó el piloto, quien fue enrolado en el equipo MCM Racing, de la familia Calles, y se instaló en una localidad cercana a Houston, en Texas.
“Ha sido un año de mucho aprendizaje, y esperamos que continúen los apoyos y que podamos conseguir patrocinadores de este lado, en Estados Unidos, para consolidar el proyecto el próximo año”, anotó el corredor de autos.