Morelia, Mich. A dos años de la muerte del entrañable artista Francisco Toledo (Juchitán, 1940-Oaxaca de Juárez, 2019), el cinerrealizador Gabriel Santander presentó el documental Un mundo sin Toledo en el 19 Festival Internacional de Cine de Morelia. Donde hace un recuento esférico de sus aportaciones como activista social, como ser humano, amigo y, por supuesto, como uno de los creadores excepcionales a escala mundial, y que en vida fue considerado como el artista más importante de México.
Para iniciar la plática, Santander reveló sobre el artista juchiteco: “Creo que la realización de Un mundo sin Toledo, tuvo que ver, evidentemente, la efeméride siempre me ha fascinado, me ha interesado. Desde su obra plástica que me parece alucinante, transgresora y de una gran belleza, esa es la parte que más me interesa. Y después esa pureza de su activismo social, me conmueve mucho. Siempre fue impecable y como dice su hija Natalia en el documental ‘nunca lo compraron’”.
Esparciendo su respuesta, Santander agregó: “Como dijo Carlos Monsiváis las batallas más importantes no son las políticas, cuando realmente se gana una batalla es el plano cultural, y en este sentido Francisco Toledo tuvo un protagonismo esencial, por eso se muestra en el documental aspectos de Juchitán, del estado de Oaxaca, resaltando todas las instituciones culturales que apoyó y fundó”.
Otra de las cosas importantes para que el documental saliera a la luz, explicó Gabriel Santander, “fue convencer a Armando Casas, director de Canal 22, para que apoyara el proyecto. La televisora tiene poco presupuesto, por lo que teníamos que ir a lo seguro y qué mejor que una figura como Toledo”.
Gabriel Santander mencionó además que Un mundo sin Toledo, es “para que puedan sentir todos los argumentos líricos para entender por qué Francisco Toledo fue el artista plástico más importante de México, no sólo por su creación artística, sino por todas las aristas que conformaban a su persona”.
El también escritor mencionó que adentrarse en este trabajo de la figura de Toledo “descubrí lo complicado que fue trabajar con su familia. Una de las cosas con las que tuvimos mucho cuidado fue mencionarles la palabra ‘homenaje’, porque Toledo dejó especificado que no se le rindiera ningún tipo de reconocimiento, él era enemigo de los homenajes”.
Sobre su respuesta arriba mencionada, Gabriel Santander, dijo: “Me hubiera gustado tener más testimonios de su familiares, a pesar de todo el cuidado que tuvimos y la insistencia que ejercimos, sólo conseguí el testimonios de Natalia, el resto de sus hijos no quisieron hablar. Es lo que hay”.
Al filmar Un mundo sin Toledo por todas las calles de Juchitán que el artista caminó, Santander mencionó que el ambiente era de orfandad: “Porque Toledo era un patriarca y se sentía que la gente lo extraña. Se respiraba un atmósfera de desamparo”.
En otra franja, Gabriel Santander quiere que mediante este documental pueda tocar a las nuevas generaciones y se interesen por la titánica figura de Toledo: “Porque muchos ignoran quien fue y lo que es peor no les importa saber quien era. Ojalá que este largometraje pueda ser didáctico porque cuenta con esa parte emotiva. Porque quien no sepa absolutamente de Francisco Toledo puede crear empatía. Como dice la fotógrafa Graciela Iturbide, ejemplificó Santander: “‘Tenía muchos amigos desde presos políticos hasta otros artistas’. Creo que Toledo no tuvo que llegarle la edad para defender las causas sociales. Siempre fue sensible a la injusticia, fue totalmente congruente en toda su vida y ahí radica su enormidad”.
Como colofón Gabriel Santander señaló: “Hacer este documental acrecentó mi admiración por la vida y obra de Toledo”.
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