Madrid. El cambio climático y sus devastadoras consecuencias en el medio ambiente se ha convertido en “una amenaza global para la salud”, señala la organización no gubernamental Médicos del Mundo, que trabaja en todos los rincones del planeta, sobre todo en los lugares con más desigualdades que padecen enfrentamientos bélicos o desastres naturales.
Según los informes de Médicos del Mundo, 23 por ciento de las muertes globales están relacionadas con el medio ambiente y no son fruto del proceso natural de la vida de las personas, una cifra altísima que nunca antes se había alcanzado y que refleja las consecuencias del cambio climático en nuestra vida cotidiana. Por eso reclaman que en la próxima Cumbre Climática de Glasgow (COP26), que se iniciará este fin de semana, se aborde sin tapujos esta realidad que está provocando mucha muerte y desolación.
Por eso se forjó la Alianza Global de Clima y Salud, que pretende llamar la atención sobre esta situación. “Es urgente que todos los actores involucrados reconozcan que la crisis climática es un determinante crucial que deteriora la salud de las personas de distintas maneras: las enfermedades transmitidas a través de los alimentos y el agua van en aumento, las catástrofes naturales cada vez más frecuentes afectan la calidad de vida de las personas y la contaminación del aire deteriora gravemente la salud respiratoria”, denunció Javier Ramírez, de Médicos del Mundo España, quien confirmó su presencia en la COP26.
Los especialistas también han detectado un preocupante aumento de la malnutrición y el hambre, y se debe en gran parte al clima extremo cada vez más habitual y general, y que también se debe al calentamiento del planeta.
Citaron el caso de Sudán del Sur, donde las últimas inundaciones (las peores del pasado siglo) han tenido repercusiones drásticas, como elevados índices de malnutrición y zonas declaradas en hambruna. Desde mayo pasado, alrededor de 466 mil personas tuvieron que desplazarse y se estima que unas 650 mil se verán afectadas este año por las inundaciones.
En este sentido, la Alianza Global de Clima y Salud exigirá a los estados participantes en la COP26 “honrar los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París y actualizar sus agendas de respuesta climática para contribuir a la meta de limitar el aumento de la temperatura global en 1.5 grados centígrados y, también, a cumplir con las promesas de transferencias de fondos a los países de ingresos bajos para que puedan implementar las medidas necesarias de mitigación y adaptación a las consecuencias de la crisis climática”.
Greenpeace reclama mayor compromiso
La organización internacional Greenpeace también anunció su presencia en Glasgow para reclamar más compromiso de los líderes políticos, sobre todo en que finalmente realicen una declaración de cese inmediato de todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles.
Además del anuncio de planes ambiciosos de lograr la reducción de emisiones globales a la mitad en 2030; el rechazo de los planes para abrir un mercado mundial de compensaciones de carbono y compromiso con normas que fomenten la cooperación internacional transformadora.
Incluida, por supuesto, la confirmación de que 100 mil millones de dólares anuales irán de los países ricos a los países menos desarrollados para adaptarse a los impactos de la crisis climática, desarrollar sistemas de energía limpia y hacer la transición para abandonar los combustibles fósiles. También más recursos para compensar los daños que ya están causando los impactos climáticos en los países menos desarrollados.
“La COP26 debe declarar el fin de la era de los combustibles fósiles. Nos preocupa el poder de las empresas energéticas y cómo éstas hacen lavado verde a través de su publicidad y patrocinios para posicionar el gas, junto con otras falsas soluciones, como combustible para la transición energética”, explicó Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.