El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó ayer las declaraciones del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, en torno a que la prisión preventiva por defraudación fiscal, contrabando y facturación simulada viola derechos humanos y afecta más a las personas pobres.
Si bien dijo estimar de verdad y respetar a Zaldívar, deploró sus dichos y preguntó si no se afectan los derechos humanos de todo un pueblo cuando no ingresan recursos suficientes a la hacienda pública.
Qué no es promover la violación de los derechos humanos, cuando se deja a la gente en la pobreza porque el Estado no tiene los recursos suficientes para cumplir con su responsabilidad social, interrogó el mandatario en su conferencia matutina realizada en Campeche.
Acompañado por integrantes del gabinete de seguridad y los gobernadores de la entidad citada, de Baja California y Quintana Roo, así como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, el mandatario expuso además que “99 por ciento de los delitos fiscales tienen que ver con la gente de arriba”.
Recalcó que ya basta de que sólo se proteja a los que tienen mejor posición económica. La justicia tiene que ser para todos.
Luego de señalar que su gobierno va a respetar los mandatos del Poder Judicial, resaltó que es muy notorio que cuando se quiere enfrentar a las empresas extranjeras que se han dedicado a medrar con el comercio de la energía eléctrica, ahí están los jueces mexicanos protegiéndolos, al igual que cuando se quiere combatir la corrupción.
De hecho, consideró que uno de los problemas que se acrecentaron con el modelo neoliberal es que los jueces se dedicaron a proteger a los potentados y no a la mayoría del pueblo. Eso tiene que ir cambiando poco a poco, subrayó el jefe del Ejecutivo federal, al insistir en que los juzgadores deben salvaguardar a ricos y pobres.
En la rueda de prensa, añadió que a los conservadores les molesta lo público; que la educación y la salud sean públicas y gratuitas. Resaltó por ejemplo que querían cobrar cuotas en la UNAM.