Quito. La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, aseguró ayer que el incremento del precio de los combustibles, motivo de las últimas protestas en Ecuador, no será sujeto a negociación porque es un tema “fundamental” para el Ejecutivo decidido desde antes de las marchas.
La declaración se da un día después de que la Conferencia de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) aceptó la propuesta del presidente Guillermo Lasso de un diálogo para superar la crisis, y los movimientos sociales anunciaron la suspensión de los paros durante los festejos por el Día de los Difuntos, que comienzan este sábado.
Vela afirmó en entrevista con la estación Radio Sucesos que “ésa es una decisión que el gobierno considera fundamental para el futuro de Ecuador y, por lo tanto, es una línea roja”. Señaló que “debe quedar muy claro a los ecuatorianos que las decisiones que adopta el gobierno en cualquier ámbito son decisiones que están orientadas en función del bien común y del interés de la mayoría de los ecuatorianos”.
Sobre la invitación formulada por Lasso a Leónidas Iza, presidente de la Conaie, para mantener un encuentro el próximo 10 de noviembre, la ministra aseveró que ese llamado se enmarca en el proceso de diálogos que mantiene el gobierno con distintos sectores, entre ellos el movimiento indígena.
La Conaie y las organizaciones sociales protagonizaron protestas el martes y miércoles en Quito y otras ciudades, las cuales incluyeron bloqueos de carreteras. Algunas movilizaciones derivaron en choques con la policía y detenciones.
Vela resaltó que el diálogo con la organización indígena no debe tener condiciones, en alusión a los últimos pronunciamientos de Iza respecto a que la reunión debe ser pública y con la participación de representantes de todas las nacionalidades y pueblos de Ecuador.
Lasso decidió suspender hace una semana el incremento mensual del precio de los combustibles que regían desde el año pasado por decreto de su antecesor, Lenín Moreno (2017-2021), pero en plena crisis económica fijó por tiempo indefinido un aumento de hasta 12 por ciento en las cotizaciones de combustibles, pasando el galón de gasolina extra de 2.50 a 2.55 dólares y el diésel de 1.69 a 1.90.
“Creemos que los precios que han sido fijados por el momento son muy relevantes, razonables y logran un equilibrio para la ciudadanía y para las finanzas públicas”, comentó el ministro de Economía, Simón Cueva, en conversación con el canal nacional Teleamazonas.
Diversos sectores sociales venían reclamando la suspensión de alzas mensuales para eliminar subsidios, que encarecieron el diésel 90 por ciento. La Conaie reclama al gobierno congelar a 1.50 dólares el diésel y a 2.10 dólares la gasolina.
Cueva señaló que el Ejecutivo “ya ha hecho un esfuerzo importante en un tema que representa un esfuerzo fiscal importante para el país y que busca crear un ambiente de mejor gobernabilidad, paz social y entorno y ambiente entre todos los ecuatorianos”.
Lasso presentó el jueves al Congreso una reforma tributaria modificada, que aumentaría la contribución de las empresas con mayores ingresos del país, que recaería en los salarios sobre los 2 mil dólares y recaudaría unos mil 900 millones de dólares en sus primeros dos años.