Chilpancingo, Gro. Este mediodía encabezados por Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa-Chilapa, cientos de ciudadanos marcharon en esta capital en contra de la legalización del aborto “nosotros queremos que se haga una consulta amplia y profunda", como siempre lo plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador".
También entrevistado al final de la marcha estatal que culminó con un mitin en el zócalo de Chilpancingo, el obispo aseguró que la violencia que se presentó en los últimos días en las ciudades de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, y Taxco se debe “a que los políticos están vinculados con los grupos de la delincuencia organizada”.
En el mitin habló en español y en náhuatl, la indígena Estela Cabrera Lucas, oriunda de Atzacualoya, municipio de Chilapa de Alvarez, en la Montaña Baja de Guerrero, quien demandó apoyo y protección “a la mujer embarazada, atención médica y trabajo, en eso queremos que nos apoye el Estado”.
No queremos que nos impongan “lo que dicen los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quienes descartaron por completo al niño en gestación, le quitaron todo el valor que tiene como ser humano, el mismo que tenemos los ya nacidos: la vida”.
Se dijo preocupada porque el pasado 28 de septiembre, diputados locales se pronunciaron en el Congreso del Estado a favor del aborto, por lo que les demandó “expresen su inconformidad y hagan lo que está en sus manos para revertir esas imposiciones”.
También intervino Luz del Carmen Valdez, quien dijo ser madre de tres hijos “nos causa tristeza y dolor, que en septiembre la SCJN, nos haya orillado a enfrentarnos como enemigos, a las mujeres y a la vida humana de nuestros hijos; también nos causa tristeza y decepción que algunos representantes populares (diputados locales) siguiendo la agenda ideológica de la Suprema Corte, se hayan pronunciado para legislar a favor del aborto, como un derecho humano de la mujer”.
El aborto es complicado, agregó “tiene una raíz muy simple, aceptar o rechazar la vida; plantear la solución a nuestros problemas con elecciones de vida, o solo ofrecer alternativas de muerte”, y cerró su discurso con consignas como ¡México es Provida!, y la vieja consigna cristera ¡Viva Cristo Rey!.
En tanto el obispo Salvador Rangel, justificó la marcha diciendo que fue en “favor de la vida, y de la mujer; que se respete la vida desde su primera concepción, hasta la muerte natural. Sobre todo es un mensaje claro al poder Legislativo, y recordarles que fueron electos por el pueblo, y tienen que adherirse al pueblo”.
Que los legisladores (locales) respeten “el derecho fundamental que es la vida; no queremos que nos den madruguete, sino que como lo dijo (el presidente) López Obrador, se hagan unas verdaderas consultas al pueblo; Guerrero es un estado de muchas tradiciones y mucha religiosidad”.
Advirtió que si los legisladores y los partidos políticos “van en contra de la vida, la fe, y sobre todo en contra de la familia, la misma gente se les va a revelar”.
El prelado reiteró su propuesta de “una consulta auténtica, que no sirva a intereses políticos y a una ideología de género. Defender la vida es un derecho humano, y no por imposiciones ideológicas a nivel internacional, porque sabemos que el aborto, el control de la natalidad es una gran industria farmacéutica trasnacional, que lo que quieren ellos son ganancias, comerciando con la vida y con la muerte. El aborto es una salida falsa, en el fondo están los problemas sociales”.
Finalmente se refirió a la violencia que se presenta en Guerrero “con el cambio de gobierno: a río revuelto, ganancia de pescadores. Mientras se estabilizan el gobierno estatal, y los municipales, están aprovechando esos grupos delincuenciales para hacer las suyas”.
Los asesinatos, el cobro de piso, y los secuestros se dan porque “desgraciadamente muchos políticos están sostenidos por el narcotráfico, ojalá y Chilpancingo, y los municipios de alrededor, sean la excepción, y no estén vendidos favoreciendo al narcotráfico”, concluyó.