Morelia, Mich., El enigmático documental Pobo’Tzu’ / Noche blanca, llegó al 19 Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM); está dirigido por Tania Ximena Ruiz y Yollótl Alvarado, bajo la producción de Julia Cherrier y Mónica Moreno, quienes abordan la historia de la erupción del volcán chiapaneco Chichonal, que sucedió en 1982; el fenómeno provocó que el poblado zoque de Esquipulas Guayabal quedara sepultado. Los directores vuelven 37 años después del acontecimiento geológico para desentrañar ese capítulo y documentar la vida cotidiana de los habitantes de Nuevo Guayabal, Chiapas, y observar cómo rehacen sus vidas pese a la latente amenaza de una nueva expulsión del volcán que se erige como un tótem y donde los sueños de los pobladores son determinantes para la vida cotidiana .
En entrevista con el tándem creativo Ruiz/Alvarado confiesan que se encontraron con esta historia hace tiempo: “Estuvimos seis años. Nosotros conocimos el volcán Chichonal por los vulcanólogos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la idea de conocer el Chichonal y lo que estaba sucediendo en términos geológicos. Nos fascinó y empezamos a involucrarnos enseguida con la montaña, con la historia. Al principio era algo muy amplio porque la emisión del volcán fue enorme en cuanto a efectos y realmente porque fue una de las expulsiones geológicas más importantes del siglo pasado. En términos vulcanológicos es una erupción pliniana, enterró muchísimas comunidades, entonces el fenómeno fue muy grande”.
Agregando a su respuesta Ruiz/Alvarado mencionan que se dieron cuenta de que había muchas cosas importantes en términos sociales y del universo cosmogónico de los pobladores, lo que les resultó muy emocionante. Además confesaron que los efectos están presentes en esta comunidad que fue desplazada y regresaron a retomar su ejido y “hacen esta acción que, además, es un ejercicio de memoria, que es el desentierro, que además es una decisión que se tomó en la asamblea. Con cada uno de los personajes hicimos una amistad personal”.
Ruiz/Alvarado llegaron a l zona específicamente por Román, el primer personaje que aparece en su trabajo, quien murió el año pasado. Él les explicó “el conflicto que tenían: retomar la tierra, y ahí fue que conocimos a Trinidad, quien es el poeta y es fascinante, realmente la historia está muy ligada a él y a las imágenes que fuimos hablando durante varios años. Algo que hicimos en 2015 fue editar un libro de sus poemas en zoque y español muy ligados al imaginario y a la cosmogonía, y eso nos dió una línea mucho más puntual, tanto de imágenes como de narrativa”.
Específicamente Yollótl Alvarado confiesa: “Fue un ir y venir, nosotros propusimos una acción que sí venía de una necesidad real que nos platicaron en seis años, pero que no había podido hacerse tangible, pero que la película posibilitaba sacar a la luz, volver a caminar todos juntos al cráter del volcán y una serie de situaciones que sí tenían que ver con sus necesidades, pero que fuimos organizando en esta escaleta, acompañada de lo sueños que nos fueron contando. Buscando una lógica, pero sobretodo respondiendo a la realidad”.
Ahora sólo habla Tania Ximena Ruiz para mencionar: “Una de las cosas importantes era mostrar la cosmogonía y que no disminuyera el problema social. No queríamos que fuera algo amarillista, tampoco pornomiseria, ni mucho menos. Queríamos dignificar la lengua; además, algo que está muy latente es la vida onírica, la vigilia; está muy ligada al mundo de los sueños y las decisiones y todo lo que sucede está muy vinculado con todo lo que se desea, entonces era muy importante que sí estuviera allí la catástrofe, pero también muchas cosas más y eso era la idea. La frontera en el documental entre sueño y realidad es muy delgada”.
En estos seis años de trabajo Ruiz/Alvarado se acercaron a la comunidad de diferentes lados: “nosotros siempre hablamos en la asamblea, todo se explicaba en ella. Muchas veces Trini, otro de los personajes de la cinta, nos ayudaba explicar de nuevo en zoque porque era mucho más sencillo para ellos en su lengua. La explicación fue una ayuda enorme porque cuando había dudas él las solucionaba. Fuimos haciendo varias cosas como el libro, por ejemplo, también llevamos herramientas, hicimos videos para explicar cosas sobre cooperativas, porque ellos querían hacer una sociedad ecoturística. Justamente, la excavación es parte de un proyecto de un museo en la zona y que ya está haciendo la comunidad. Fue un engranaje de amistad, nosotros teníamos una relación bastante cercana con ellos, con todos los protagonistas, con toda la comunidad”.
Cabe mencionar que Pobo’Tzu’/Noche blanca es parte de la Sección de Documental Mexicano de la Selección Oficial en competencia y también forma parte del Foro de los Pueblos Indígenas al lado de otras películas como Nudo mixteco, de Ángeles Cruz, estrenada también ayer; Hope, Soledad, de Yolanda Cruz, entre otras.