Sin saber en quién confiar y con demandas millonarias Luis Miguel se encuentra en el abismo personal y profesional en la tercera y última temporada de la serie que se encuentra disponible en Netflix.
La historia, narrada en dos líneas de tiempos devela a un cantante en la cumbre de su carrera, famoso enamorado y con deseos de seguir triunfando; años después la imagen del artista está deteriorada, con profunda decepción, hartazgo y problemáticas familiares que no logra resolver.
Es ahí, en los noventa, donde la vida de Luis Miguel “es un torbellino de conflictos personales, dilemas profesionales y batallas legales como una acusación de plagio por el tema Nada es igual”; y en el amor aparece Mariah Carey (Jade Ewen), a quien logra conquistar, aunque la relación no fructífica.
En esta temporada, Estados Unidos se presenta como un país donde Luis Miguel, con todo y su fama, se tiene que abrir paso, primero presentándose a la industria musical anglo con su dueto con Frank Sinatra y luego, en la época actual, enfrentando a la justicia por una demanda interpuesta por su ex mánager.
Hace unos días Boneta comentó sobre el personaje más desafiante de su carrera: “Sabíamos que esta era la última temporada, entonces queríamos realmente dejarlo todo; este proyecto me absorbió en absolutamente todos los sentidos, como ningún otro”.
El actor aceptó: “Era denso, era pesado. Era acabar totalmente agotador emocionalmente, físicamente”.
Con información de Ap