Los Ángeles. La encargada de armas de la película Rust ignoraba que hubiera “balas reales” en el set donde la directora de fotografía murió luego de que el actor Alec Baldwin disparó un arma durante un ensayo, dijeron sus abogados.
“En última instancia, este set nunca se habría visto comprometido si no se hubiera introducido munión real” según un comunicado de la defensa de Hannah Gutierrez-Reed. “Hannah no tiene idea de dónde vinieron las balas reales”.
El comunicado es el primer pronunciamiento de Gutierrez-Reed, luego de que la semana pasada Halyna Hutchins, directora de fotografía de Rust, muriese en un hospital de Nuevo México, donde se rodaba el western protagonizado y coproducido por Baldwin.
Los abogados de la joven negaron en el texto versiones que circularon en los medios acerca de que las armas habían sido utilizadas para practicar tiro al blanco durante las grabaciones que se realizaban en el Rancho Bonanza Creek, una locación famosa entre los productores de Hollywood.
“Pistola fría”
“Hannah y el jefe de utilería tenían el control sobre las armas y ella nunca vio a alguien disparar balas reales con estas pistolas, ni lo permitiría”, afirma el comunicado.
Las armas eran puestas “bajo llave cada noche y durante el almuerzo y no hay forma de que ninguna de ellas estuviese fuera de control para ser disparada por el equipo”, agrega.
En el set de Rust había tres armas, de acuerdo con las autoridades.
Según los testimonios difundidos por los investigadores, Gutierrez-Reed colocó las armas en un carrito, de donde el asistente de dirección, Dave Halls, tomó el revólver LL Pietta Long Colt 45 y se lo entregó a Baldwin gritando “pistola fría”, la jerga cinematográfica para avisar que el arma está descargada.
Halls después reconoció ante los investigadores que no chequeó completamente el arma antes de entregarla.
Baldwin explicaba al equipo como posicionaría el arma para una escena cuando esta se detonó impactando a Hutchins y al director de la producción, Joel Souza, quien fue herido en el hombro y dado de alta poco después, en tanto que Hutchins fue declarada muerta en un hospital al que fue trasladada en helicóptero.
Balas falsas y reales
Las autoridades encontraron en el set unas 500 balas, entre salvas, falsas y reales, informó esta semana el sheriff del condado de Santa Fe, Adan Mendoza. “Hubo algo de complacencia en este set”, dijo.
Miembros del equipo de Rust hicieron reclamos sobre las condiciones laborales y fallas de seguridad, comentando incluso que hubo dos incidentes previos con disparos en el set antes de la muerte de Hutchins.
“Hannah hasta ahora nunca tuvo un disparo accidental. El primer [disparo] en este set fue del jefe de utilería, y el segundo fue de un doble después que Hannah le informó que el arma estaba cargada con salvas”, señalaron sus abogados, que informaron que emitirá otro comunicado la próxima semana.
El texto también cuestiona los protocolos de seguridad de Rust así como la carga de trabajo de Gutierrez-Reed y responsabiliza a la producción. “Todo el set se volvió inseguro debido a varios factores (...) Esto no fue la culpa de Hannah”.
“Hannah fue contratada para dos trabajos en esta película, lo que hacía que fuese muy difícil enfocarse en su actividad como armera. Ella peleó por entrenamiento, días para mantener las armas y tiempo para prepararse para los disparos, pero al final esto fue desconsiderado por la producción y su departamento”, agrega.
Tras el incidente, aumentaron los llamados a prohibir el uso de armas reales en los rodajes, alegando que es posible usar armas falsas y añadir realismo con efectos especiales en la posproducción.
Para el actor Matthew McConaughey, sin embargo, el problema no son las armas sino el incumplimiento de las medidas de seguridad.
“Hay un protocolo de seguridad, y si es seguido, [el uso de armas de fuego] puede ser seguro en el set”, dijo el ganador del Óscar en entrevista con Afp.
McConaughey menionó que la tragedia de Rust ocurrió porque “ellos se saltaron el protocolo en algún punto. No sé si estaban con prisa”.