Ciudad de México. Uno de los principales retos que enfrentan las mujeres rurales en México es la violencia generalizada y particularmente la de género, así como la presencia del crimen organizado en sus territorios, afirmó Elvia Quintanar, del colectivo Isitame, en un conversatorio en la materia organizado por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM.
La violencia contra las mujeres, dijo, “se expresa desde los feminicidios hasta coartar las libertades de tránsito, que en zonas rurales es cada vez más frecuente el no poder transitar por las carreteras y a determinadas horas”.
También, se refirió a los desplazamientos de las comunidades y “el no poder defender los territorios, un fenómeno muy grave y que toca a todos, incluidas las mujeres rurales”.
En este sentido, María Teresa Fernández, de la Red Centroamericana de Mujeres Rurales Indígenas y Campesinas, destacó la importancia de trabajar por garantizar que cada vez más féminas sean propietarias de tierras, pues el tener decisión sobre los cultivos, ingresos y ser autónomas, también las ayuda a salir de situaciones de violencia.
Asimismo, afirmó que a la par de los obstáculos que enfrenta este sector de la población, “producto de la falta de oportunidades, que tiene que ver con una sociedad y Estado machista, misógino que no vela por ellas, enfrentamos varias crisis en América Latina”, como el cambio climático.
“Sino es sequía, es mucha lluvia, son tornados, huracanes, entonces estamos en una situación de desventaja y de alto riesgo, principalmente para las mujeres y sus familias que viven del campo, de la producción agrícola”, mencionó.