Ciudad de México. Fuentes de alto nivel de la cancillería mexicana rechazaron que exista un acuerdo entre los gobiernos de México y de Estados Unidos para deportar migrantes que crucen de manera irregular la frontera común.
Bajo condición de anonimato, los altos funcionarios respondieron a las afirmaciones que la víspera hizo el embajador estadunidense en nuestro país, Ken Salazar, en el sentido de que ambos países se habrían comprometido a retornar a sus naciones a las personas en condición de movilidad irregular.
Enfatizaron que no hay un acuerdo bilateral en ese sentido y consideraron que se trata de una declaración “ambigua” por parte del diplomático estadunidense que desde su perspectiva “tiene la intención de alertar a los migrantes de los engaños de los traficantes y los peligros de emprender la travesía”.
Durante una visita de trabajo que el embajador de Estados Unidos realizó a la franja fronteriza, en los límites de Tamaulipas y Texas, aseveró que “las personas que intenten entrar a Estados Unidos fuera de la ley serán detenidas. Estados Unidos y México se han comprometido a retornar a estos migrantes a sus países de origen”, de acuerdo a un comunicado difundido por la legación diplomática estadunidense.
El embajador también alertó que los coyotes “son criminales” que engañan a los migrantes, prometiendo que cruzarán fácilmente, para lo que cobran hasta 8 mil dólares por persona. Los responsabilizó de haber conformado la caravana migrante que hace unos días salió de Tapachula, Chiapas, y tiene la intención de llegar a Estados Unidos. Advirtió que serán deportados en caso de intentar cruzar la frontera.
En mayo, La Jornada dio a conocer testimonios de coyotes que aseguraron que los costos por cruzar la frontera van de 7 a 18 mil dólares y reconocieron que esas sumas sirven para pagar extorsiones tanto a autoridades a lo largo de la ruta migratoria –incluidas estadunidenses– como cuotas del crimen organizado.
En días pasados, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que la administración de Andrés Manuel López Obrador no deportará a los migrantes que sean retornados por autoridades estadunidenses.